El hígado graso o esteatosis hepática es una enfermedad relacionada con los trastornos lipídicos que afecta la salud de muchos mexicanos. En general, es una condición en la que se acumula grasa en el hígado.
Esta acumulación de grasa puede ser provocada por diferentes factores como el consumo excesivo de alcohol, la obesidad, la diabetes, el síndrome metabólico y una dieta poco saludable. A pesar de lo anterior, el hígado graso es una enfermedad asintomática y que, de acuerdo con otros portales especializados, no significa un riesgo grave a la salud.
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Pero como todo es relativo, hay casos médicos en los que el hígado graso desencadena una enfermedad que lleva por nombre Esteatohepatitis No Alcohólica (EHNA), es decir, una afección todavía más grave en la que el hígado se inflama. Por si no fuera suficiente, puede provocar fibrosis hepática, cirrosis y hasta insuficiencia hepática.
Como el hígado graso no presenta síntomas, su diagnóstico suele llegar luego de algunas pruebas de laboratorio como la de función hepática e imágenes como una ecografía o biopsia. Así mismo, el doctor podría solicitar la historia clínica y un análisis de sangre para determinar que en efecto es esta enfermedad.
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¿Qué puedes hacer para combatir el hígado graso?
Por un lado, combatir el hígado graso consiste en llevar un estilo de vida saludable, es decir, hacer ejercicio regularmente, mantener tu peso y evitar la ingesta de alcohol. Desde luego, esto también implica una dieta con los alimentos adecuados.
En este sentido, la dieta que recomiendan a los pacientes con hígado graso no alcohólico (EHGNA) puede servir, ya que integra frutas, verduras, cereales integrales, pescado, legumbres, nueces y semillas.
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