Los insectos generalmente son indeseables para muchas personas, aunque hay algunos inofensivos, otros pueden resultar peligrosos para humanos y las mascotas. Las garrapatas son ácaros que atacan principalmente a los perros, pero se ha comprobado que pueden picar a las personas durante una salida al campo.
Estos insectos se adhieren con fuerza en algunas zonas calientes del cuerpo para comenzar a chupar sangre, por lo que sus picaduras no son notorias, hasta que la persona comienza a padecer una serie de síntomas.
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¿Cómo saber si te picó una garrapata?
La picadura de una garrapata no produce dolor, porque su saliva es anestésica, de esta forma no es posible sentir cuando se adhieren a la piel y chupan la sangre que necesitan para vivir. Su permanencia es de unos días, hasta que sueltan la piel de su víctima.
Los primeros síntomas de una picadura de garrapata se presentan en las cuatro semanas siguientes y estos son: Dolor en la zona de la picadura, fiebre, dolor muscular y de cabeza, inflamación de los ganglios linfáticos y debilidad.
La zona tiende a enrojecer y picar durante unos días, pero si se descubre un sarpullido más grande o en otra parte, podría ser una señal de una enfermedad transmitida por las garrapatas. Para detectar si se ha sufrido la picadura a tiempo, es necesario revisar todo el cuerpo a detalle.
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¿Qué enfermedad se puede contraer por la picadura de una garrapata?
Las enfermedades infecciosas que se transmiten por la picadura de una garrapata son dos: La enfermedad de Lyme y la fiebre botonosa mediterránea.
La enfermedad de Lyme puede confundirse con una gripe, porque tiene los mismos síntomas y aparece el sarpullido ya mencionado en la zona picada. Este aparece de 3 a 30 días después de la picadura de una garrapata infectada.
La fiebre botonosa mediterránea, es provocada por una bacteria llamada Rickettsia Conorii que tienen un 20% de las garrapatas. A diferencia de la anterior, esta provoca fiebre y un punto negro en la zona de la picadura.
Ambas enfermedades tienen tratamiento con antibióticos si se detectan a tiempo, teniendo una solución a corto plazo, pero en caso de no ser así, los resultados podrían ser fatales.