Eugenia le regaló una muñeca inflable a su pareja porque ya la tiene al borde con la intimidad. Sabe que él es un hombre muy fogoso y ella también, pero está muy agotada con su negocio de arepas. Tuvo que decirle que probara con la muñeca, a la que ya le puso lencería, para que salga de eso; Eugenia está demasiado cansada.