En un mundo donde la tecnología y la conveniencia nos invitan a permanecer sentados durante largos periodos, un grupo de investigadores taiwaneses ha arrojado luz sobre los riesgos mortales asociados con este estilo de vida aparentemente inofensivo.
Después de dos décadas de estudio que involucraron a 481,688 individuos, cuyas ocupaciones requerían largas horas de estar sentados, los expertos descubrieron una conexión alarmante entre la sedentarización y la muerte prematura.
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Con la creciente tendencia del trabajo remoto y jornadas laborales extensas, especialmente a raíz de los cambios inducidos por la pandemia de Covid-19 , la inactividad física se ha convertido en una preocupación de salud pública. El Dr. Wayne Go, de la Universidad Médica de Tapei, lideró esta investigación pionera a principios de los 2000, enfocándose en los efectos de estar sentado durante toda la jornada laboral.
¿Permanecer sentado por mucho tiempo podría causar muerte prematura?
Al evaluar datos demográficos, hábitos diarios y niveles de actividad física, el equipo de investigación quedó sorprendido al descubrir que el daño causado por el sedentarismo era comparable al del tabaquismo. Los resultados del estudio, publicados en “JAMA Network Open”, revelaron que aquellos que pasaban largos períodos sentados tenían un 16% más de posibilidades de morir prematuramente y un 34% más de probabilidad de fallecer por enfermedades cardiovasculares.
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En un periodo de dos décadas, el Dr. Go observó la muerte de 26,257 participantes, de los cuales el 57% eran individuos que trabajaban predominantemente sentados. Los casos de defunción por enfermedad cardiovascular representaron una parte significativa de estas cifras, subrayando la relación directa entre el sedentarismo y las afecciones cardiacas.
¿Qué hacer para evitar muerte prematura por sedentarismo?
Sin embargo, el estudio también arrojó luces esperanzadoras. Aquellos que combinaban el tiempo de estar sentados con períodos de actividad física y aquellos que dedicaban tiempo libre para ejercitarse experimentaron una reducción significativa en el riesgo prematuro de muerte. Dicho estudio sugirió que incluso 15 a 30 minutos diarios de ejercicio podrían compensar los riesgos asociados con la permanencia prolongada en el trabajo.
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