El Día de Muertos, también conocido como Día de los Santos Difuntos, es una celebración que forma parte de la cultura y tradiciones en México en la que se recuerda a aquellos seres queridos que ya no se encuentran en el plano terrenal.
Dos de las cosas más significativas de esta festividad es que se acostumbra a poner un altar en honor a los muertos. En él se suelen colocar fotografías de nuestros seres queridos fallecidos, así como dulces, comida y bebidas que disfrutaban en vida. Esto porque se piensa que la noche del 1 y 2 de noviembre regresan a visitarnos y a disfrutar de la ofrenda que les colocamos.
Otra de las características del Día de Muertos es colocar flores de temporada en el altar o en las tumbas de las personas fallecidas. Algunos piensan que la flor de cempasúchil actúa como un ‘puente’ que guía a los espíritus durante su visita en el mundo terrenal.
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Estas son las 3 flores que no pueden faltar en tu altar de Día de Muertos
La primera flor que no falta en los altares de Día de Muertos es la nube, pues suele estar presente durante todo el año, aunque en estas fechas especiales representa la pureza del espíritu, la tranquilidad, la paz y la ternura.
En segundo lugar, pero no menos importante, está la flor terciopelo, llamada así por su apariencia suave. Se trata de una planta de la especie celosia argéntea y es utilizada en las ofrendas y también en ceremonias realizadas por diversas culturas indígenas de nuestro país.
Finalmente, y no podía faltar, la flor de cempasúchil, un recurso obligatorio que debe estar presente en tu altar, pues guarda un fuerte significado espiritual y cultural. De acuerdo con grupos prehispánicos está relacionada con la vida y con la muerte, por lo que es el camino con el que las almas se guían hacia la ofrenda por el Día de Muertos.
