Mientras la noche se adueña del mundo y las mentes caen en un sueño profundo, hay quienes mantienen una peculiar costumbre: dormir con los ojos abiertos. Pero, ¿por qué ocurre esto? A continuación te lo explicamos y sus posibles consecuencias.
¿Es normal dormir con los ojos abiertos?
El fenómeno de dormir con los ojos abiertos, conocido como lagoftalmos nocturno, puede ser desconcertante para muchos. Algunas personas encuentran que sus párpados simplemente no cooperan, no logran cerrarse por completo mientras duermen.
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Este problema puede atribuirse a una variedad de factores, desde anomalías en el nervio facial hasta condiciones mecánicas que obstaculizan el cierre de los párpados. Incluso hay casos donde los individuos nacen con esta condición, observándose desde la infancia.
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¿Cuáles son los riegos de dormir con los ojos abiertos?
Los riesgos asociados con esta peculiaridad son más que evidentes. Dormir de esta forma puede dar lugar a una serie de complicaciones. Una abertura mínima de los párpados durante la noche puede conducir a la sequedad ocular, un problema que, si no se aborda, puede derivar en condiciones más graves, como la queratopatía por exposición o úlceras corneales.
Así mismo, la falta de cierre de los párpados también puede resultar en la acumulación de suciedad y bacterias en la superficie ocular, aumentando el riesgo de infecciones y lesiones.
Sin embargo, el lagoftalmos nocturno no solo presenta riesgos oculares. También puede interferir con la calidad del sueño y servir como un indicador de condiciones médicas subyacentes. Si los ojos no se cierran adecuadamente, las lágrimas no pueden cumplir su función de lubricación y protección de la córnea, lo que puede provocar molestias y dificultades para dormir.
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¿Qué hacer si duermo con los ojos abiertos?
El tratamiento para esta condición varía según la causa subyacente, pero la búsqueda de atención médica es crucial. Aunque las complicaciones graves son poco frecuentes, la falta de tratamiento puede aumentar el riesgo de daño ocular irreversible y pérdida de visión a largo plazo.