Las selfies con filtros están en todas partes, son una actividad cotidiana para muchos de nosotros. Los filtros nos permiten mejorar nuestra apariencia o simplemente añadir un toque divertido a nuestras fotos. Es normal querer lucir bien en una foto, pero ¿qué sucede cuando ese deseo se convierte en una obsesión? La “dismorfia de la selfie” es una realidad cada vez más frecuente.
¿Qué es la dismorfia de la selfie?
La “dismorfia del selfie” es una condición en la que las personas se obsesionan con su apariencia personal y pueden llegar a tener una percepción distorsionada de sí mismas. Esta afección se ha vuelto cada vez más común debido al constante uso de redes sociales y aplicaciones para tomarse selfies con filtros. A pesar de que tomar selfies con filtros es en gran parte una actividad normal y divertida, puede convertirse en un problema que tiene consecuencias negativas en la salud mental.
¿Cuáles son los síntomas de la dismorfia de la selfie?
Los síntomas de la dismorfia del selfie pueden incluir una obsesión constante por la apariencia personal, la creencia de que se ven mal en todas las fotos, la evitación de situaciones sociales por temor a que otros noten sus imperfecciones y la realización constante de retoques y modificaciones en las fotos. Estas conductas pueden llevar a niveles extremos de ansiedad, estrés e incluso depresión, lo que afecta negativamente la calidad de vida de la persona.
¿Por qué es un peligro la dismorfia de la selfie?
La dismorfia de la selfie puede convertirse en un peligro para la salud mental de una persona. Cuando se convierte en una obsesión, puede desencadenar una serie de emociones y comportamientos negativos que afectan la calidad de vida. Las personas que padecen esta condición pueden sentirse constantemente decepcionados con su apariencia, lo que les lleva a evitar situaciones sociales, sufrir ansiedad y angustia, y experimentar altos niveles de estrés.
Así mismo, la perspectiva distorsionada que tienen sobre su propia imagen les lleva a realizar cambios drásticos en su aspecto físico, a menudo recurriendo a cirugía plástica y otros tratamientos invasivos. Además afecta negativamente las relaciones interpersonales, ya que las personas con esta condición pueden tener dificultades para relacionarse con los demás debido a la ansiedad y la baja autoestima.
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