En el mundo existen miles de enfermedades, algunas son más graves que otras, incluso hay otras que pueden llegar a ser mortales. En esta ocasión hablaremos del dengue hemorrágico, el cual es una grave complicación del dengue clásico .
¿Qué es el dengue hemorrágico?
El dengue hemorrágico es una forma grave de dengue, una enfermedad viral transmitida por mosquitos especialmente por el Aedes aegypti. Esta enfermedad se caracteriza por causar fiebre, dolores musculares y articulares, dolor de cabeza y erupción cutánea.
Te puede interesar: Mosquitos en casa: cómo deshacerte de ellos de forma fácil
A diferencia del dengue normal, esta variante se caracteriza por una reacción inflamatoria exagerada del organismo, alteraciones en la coagulación sanguínea y sangrados que pueden poner en riesgo la vida de la persona.
¿Cuáles son los síntomas?
El dengue hemorrágico se produce cuando la infección por el virus del dengue se vuelve más grave. Los síntomas incluyen sangrado de las encías, sangrado en la nariz, moretones fácilmente, sangre en el vómito o las heces y en casos graves shock hemorrágico, lo que puede llevar a un colapso circulatorio y, en casos extremos, a la muerte.
Te puede interesar: ¿Cómo limpiar la casa con limón para alejar las malas energías?
Sin embargo, hay que poner atención a estas señales:
- Manchas rojas en la piel: Erupciones cutáneas o petequias.
- Sangrado: En encías, nariz, boca, oídos o intestinos.
- Vómitos: Intensos, persistentes y con presencia de sangre.
- Dolor abdominal: Severo y constante.
- Deshidratación: Piel fría y húmeda, boca seca y sed intensa.
- Alteraciones neurológicas: Confusión mental, somnolencia y convulsiones.
- Problemas respiratorios: Dificultad para respirar.
- Cambios de ritmo cardíaco: Alteraciones en la frecuencia cardíaca.
También te puede interesar: Dile adiós a las moscas y mosquitos con este truco casero del agua
¿Cómo prevenir el dengue hemorrágico?
El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son cruciales para manejar el dengue hemorrágico. El tratamiento suele incluir la reposición de líquidos y electrolitos, así como la monitorización estrecha de los signos vitales. También es importante controlar la fiebre y el dolor, pues en casos graves puede ser necesario el ingreso a cuidados intensivos.
La prevención del dengue hemorrágico implica principalmente el control de los mosquitos. Esto incluye la eliminación de lugares de reproducción de estos insectos como agua estancada y el uso de repelentes y mosquiteros para prevenir las picaduras.