En la era digital en la que vivimos, los dispositivos electrónicos como los teléfonos celulares se han vuelto una parte fundamental de nuestra vida diaria. Sin embargo, cuando se trata de nuestros hijos, es importante establecer límites claros en cuanto al tiempo que pasan frente a la pantalla. En esta ocasión, discutiremos cuánto tiempo es recomendable que un niño esté en el celular y qué medidas podemos tomar para garantizar un uso saludable de estos dispositivos.
¿Cuántas horas de pantalla por edad?
Según la Academia Americana de Pediatría, los pequeños menores de 18 meses no deben tener exposición a pantallas, a excepción de videollamadas. Para los infantes de 2 a 5 años, se recomienda limitar el tiempo de pantalla a una hora al día de alta calidad de programación educativa. Para los niños mayores de 6 años, se sugiere establecer límites consistentes en cuanto al tiempo de pantalla, priorizando actividades físicas, interacciones sociales y tiempo al aire libre.
Es importante tener en cuenta que el exceso de tiempo en el celular puede tener consecuencias negativas en la salud física y mental de los niños, como problemas de sueño, obesidad, dificultades de atención y comportamiento agresivo. Por lo tanto, es fundamental establecer límites claros y fomentar un uso equilibrado de los dispositivos electrónicos.
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¿Qué hacer para que mi hijo no use tanto el celular?
Para reducir el tiempo que tu hijo pasa en el celular, es primordial establecer reglas claras y coherentes en cuanto al uso de estos dispositivos. Por ejemplo, puedes establecer horarios específicos en los que se permite el uso del teléfono móvil, como después de haber completado las tareas escolares y las responsabilidades del hogar. Además, se deben fomentar otras actividades como el juego al aire libre, la lectura, la práctica de deportes y las interacciones sociales cara a cara.
Otra estrategia efectiva es establecer zonas libres de tecnología en casa, como el comedor y las habitaciones, para promover la desconexión digital y fomentar la comunicación en familia. También, es esencial establecer un buen ejemplo como padres, limitando nuestro propio tiempo en el celular y participando activamente en actividades familiares que no involucren dispositivos electrónicos.