Vivimos en un mundo muy diferente respecto al que habitaron otras generaciones y dentro de esta perspectiva, es que hoy por hoy, hay ciertos aspectos que antes no tenían relevancia. Sin duda que el tema que nos convoca se enmarca dentro de esas premisas, así que comentemos sobre cuáles son los principales síntomas de la ansiedad.
Quienes padecen esta situación, usualmente tienen pensamientos o preocupaciones intrusivas que, lamentablemente son frecuentes en el día, y esto obedece a que pueden estar buscando evitar ciertas situaciones que les preocupan. Los especialistas coinciden en afirmar que esto puede también deberse a que tengan síntomas físicos.
Te puede interesar: Ansiedad: qué es, síntomas y cómo enfrentarla.
¡Conoce los beneficios que puede traer la meditación en tu vida! #MujerPlena
¿Cuáles son los principales síntomas de la ansiedad?
La realidad es que la mayoría de ellos los puedes encontrar en otros trastornos físicos y mentales pero claro, aquí es importante prestar atención a la frecuencia y el contexto en que ocurran algunas de esas manifestaciones. Dentro de ello mencionemos: presión en el pecho, sentir que no puedes respirar bien, sudor en las manos, calor o frío interno, corazón acelerado, malestares estomacales, dolor de cabeza, tensión muscular, hormigueos en la piel o como en las piernas y otras sensaciones extremas en el cuerpo.
Hay conocedores en la materia que afirman que esas manifestaciones se dan cuando el sistema nervioso está descargando niveles acumulados de adrenalina. Los mismos pueden deberse a la paranoia o preocupación, los mismos que pueden llegar a tener repercusiones físicas.
Por ello, es fundamental relajar el estómago, soltar la tensión de hombros y dejar que esa tormenta de sensaciones fluya. Es siempre necesario no luchar contra tu cuerpo, pues la anatomía va liberando tensión acumulada.
Te puede interesar: Ansiedad: ¿Qué es y cómo superarla con estos consejos prácticos?
También, hay que darle relevancia a la mente y como medida de precaución intentar dormir bien y adoptar este hábito como una inversión que no solo ayuda a que episodios de ansiedad no se materialicen.
