¿Sabías que la Organización Mundial de la Salud considera que el Alzheimer es una de las formas más comunes de demencia en todo el mundo? Esta enfermedad neurodegenerativa afecta la memoria, el pensamiento y la conducta, y aún no se ha encontrado una cura definitiva. Pero lo que es aún más intrigante es que algunos de nuestros hábitos diarios podrían estar aumentando el riesgo de desarrollar dicho padecimiento.
¡Así es! Cosas que hacemos todos los días, sin pensar mucho en ellas, podrían estar contribuyendo a la pérdida de tejido cerebral y la aparición de esta temida enfermedad que hace que quien la padece olvide poco a poco su vida . A continuación, exploraremos algunos de estos hábitos perjudiciales.
¿Qué es el alzheimer y cómo afecta a las personas que lo padecen?
¿Cuáles son los malos hábitos que aumentan el riesgo de tener Alzheimer?
Llevar una vida sedentaria:
El primer hábito que debemos examinar es la falta de ejercicio y una vida sedentaria. La actividad física regular no solo beneficia al cuerpo, sino también al cerebro. Estudios han demostrado que el ejercicio promueve la salud cerebral al aumentar el flujo sanguíneo y estimular la liberación de sustancias químicas que mejoran la función cerebral. La falta de actividad física puede aumentar el riesgo de Alzheimer.
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No dormir de manera correcta
El sueño es esencial para el bienestar general, pero también juega un papel crucial en la salud cerebral. Durante el sueño, el cerebro realiza funciones de limpieza y consolidación de la memoria. La privación crónica de sueño puede llevar a la acumulación de placas beta-amiloideas, que están vinculadas a esta la enfermedad en cuestión. Recuerda que depende de tu edad son las horas que debes dormir diariamente, como aquí te lo decimos .
El aislamiento social:
La soledad y el aislamiento social pueden tener efectos negativos en la salud mental y emocional, pero también se han relacionado con un mayor riesgo de Alzheimer. Mantener conexiones sociales activas y saludables puede estimular el cerebro, así como reducir el riesgo de la enfermedad.
Escuchar música a todo volumen:
El cuarto hábito a considerar es escuchar música a un volumen excesivamente alto. El daño a la audición y la pérdida auditiva están asociados con la pérdida de tejido cerebral y, por lo tanto, pueden aumentar el riesgo de Alzheimer. Proteger nuestros oídos es una forma importante de proteger nuestra salud cerebral.
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No llevar una alimentación adecuada:
Por último, pero no menos importante, la alimentación juega un papel fundamental en la salud cerebral. Una dieta rica en alimentos procesados, comida chatarra y el consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de padecer esta enfermedad neurodegenerativa. Optar por una dieta rica en antioxidantes puede proteger el cerebro.