Es común que, al dejar el carro estacionado, algunas personas sientan la necesidad de regresar para comprobar si está bien cerrado. Este acto, más frecuente de lo que parece, responde a una razón psicológica por la que una persona regresa a ver si cerró bien su auto y ha sido objeto de estudios para entender sus motivaciones.
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¿Cómo se relaciona el TOC con que una persona regresa a ver si cerró bien su auto?
Según un estudio científico, el impulso de regresar a revisar si el auto está cerrado puede estar ligado a un temor a perder el control. En situaciones de prisa, algunas personas suelen experimentar ansiedad, lo que activa en ellas la necesidad de verificar que todo esté en orden. De modo que, la razón psicológica por la que una persona regresa a ver si cerró bien su auto podría estar vinculada también a una tendencia obsesiva hacia la verificación recurrente, una característica asociada al Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).
El acto de volver a verificar genera una sensación temporal de alivio, lo cual refuerza el comportamiento. La psicología sugiere que esta rutina de chequeo surge de la necesidad de seguridad y control, especialmente en un entorno donde un descuido puede tener consecuencias como robos.
Otra razón psicológica por la que una persona regresa a ver si cerró bien su auto es el miedo a ser víctima de robos. La preocupación de que alguien pueda acceder al vehículo para sustraer objetos valiosos, como el celular o la cartera, motiva a las personas a realizar estas comprobaciones adicionales. De hecho, para algunas personas, volver una o más veces al auto se convierte en un hábito, en un intento de sentir que tienen control total sobre la seguridad de sus pertenencias.
¿En qué consiste el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)?
El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), tal cual indica su nombre, es un trastorno caracterizado por pensamientos intrusivos y persistentes (obsesiones) que generan ansiedad, y por la necesidad de realizar acciones repetitivas o rituales (compulsiones) para aliviar dicha ansiedad.
Las obsesiones pueden ser preocupaciones sobre temas como la limpieza, el orden o el miedo a causar daño, mientras que las compulsiones son comportamientos que se repiten, como lavarse las manos o verificar cosas, para intentar reducir el malestar. Este trastorno interfiere significativamente en la vida cotidiana y requiere tratamiento, generalmente con terapia cognitivo-conductual y, en algunos casos, medicación.
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