Algunos creen que con el simple hecho de pasar un trapo o una servilleta es suficiente, pero la verdad es que necesitas más que eso para que el polvo y la suciedad acumulada no afecten tu salud. Por suerte, traemos para ti la forma correcta de limpiar un ventilador para que puedas estar seguro de respirar aire limpio.
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¿Cómo es la forma correcta de limpiar un ventilador?
Este método se compone de unos pasos que, si bien te pueden llevar algunos minutos, en realidad son muy sencillos y se trata de los siguientes:
- Primeramente, la forma correcta de limpiar un ventilador señala que debes remover todos los tornillos que unen las piezas del ventilador. Ello significa quitar la rejilla delantera, luego el tope que sujeta las aspas y finalmente la rejilla trasera.
- Humedece un paño suave con agua tibia y jabón líquido y limpia muy bien las piezas del ventilador. Utiliza un cepillo para las zonas más sucias y la base del ventilador puedes limpiarla con un paño húmedo en agua tibia.
- Coloca las piezas sobre una toalla. Si puedes, ponlas al sol. Usa un paño seco para secar a fondo y así terminar de secar la superficie.
- Por último, la forma correcta de limpiar un ventilador consiste en regresar todas las piezas a su lugar en el orden en que las quitaste. Sujeta muy bien los tornillos para que no se escuchen sonidos extraños.
¿Qué es lo que debes hacer para limpiar el ventilador correctamente?
Ahora bien, hay errores comunes que pueden entorpecer la forma correcta de limpiar un ventilador, como por ejemplo:
- Perder piezas.
- Colocar piezas mojadas.
- No secar completamente la torre.
- No quitar bien el jabón.
Pero cabe señalar que si hay polvo en varias partes del ventilador, su rendimiento puede reducirse hasta en un 30%. Si normalmente alcanza los 40 mil m³/h, solo llegará a 28 mil m³/h cuando no se limpia correctamente, lo que impide que te refresques bien.
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