Con la llegada del clima más seco y frío es fundamental cuidar nuestra piel, ya que estas condiciones pueden resecarla e incluso agrietarla si no se le proporciona la humectación adecuada. Por ello, es importante estar atentos a las necesidades de esta durante la temporada que se avecina. En esta ocasión, te enseñaré a preparar una crema casera que te ayudará a evitar que la piel se reseque. Con ingredientes simples, podrás mantener una apariencia hidratada y saludable.
¿Cómo hacer tu propia crema hidratante natural?
Para preparar una crema casera que te ayude a evitar que la piel se reseque, necesitarás los siguientes ingredientes:
- 30 gramos de aceite de coco
- 15 gramos de manteca de cacao
- 5 ml de aceite de almendras
Estos componentes son ideales para proporcionar la hidratación necesaria a tu piel durante los meses más fríos. Ahora bien, el primer paso en el proceso es derretir el aceite de coco y la manteca de cacao a baño maría. Una vez que estén completamente derretidos, retira el recipiente del fuego. Es importante no apresurarse en esta etapa para asegurar que los ingredientes se integren bien.
A continuación, agrega el aceite de almendras a la mezcla derretida e integra suavemente hasta que todos los elementos estén completamente integrados. Vierte la mezcla en un recipiente de vidrio y déjala enfriar hasta que solidifique por completo. Si deseas acelerar este proceso, puedes colocar el recipiente en la heladera por unos minutos.
Una vez que la crema esté completamente fría, tápala y resérvala. Ten en cuenta que este producto no es recomendable para aplicar en la piel del rostro, especialmente si es grasosa. Sin embargo, es perfecto para manos, piernas y pies, ayudando a combatir las durezas generadas por el uso de zapatos.
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¿Cómo prevenir resequedad?
Para mantener la piel bien hidratada y evitar la resequedad, es fundamental establecer una rutina de cuidado adecuada. Uno de los hábitos más importantes es la hidratación constante, tanto desde dentro como desde fuera. Beber suficiente agua a lo largo del día ayuda a mantener la piel hidratada desde el interior.
Asimismo, aplicar cremas humectantes después de ducharse o lavarse las manos es clave, ya que esto sella la humedad en la piel. Es recomendable elegir productos que contengan ingredientes como ácido hialurónico, glicerina o aceites naturales que aporten una hidratación profunda.
Otro hábito esencial es proteger la piel de factores externos que pueden contribuir a su resequedad. Esto incluye el uso diario de protector solar, incluso en días nublados, para prevenir daños causados por los rayos UV. Sumado a lo anterior, es aconsejable minimizar la exposición a ambientes secos y fríos, así como usar humidificadores en interiores durante el invierno.
Por último, evitar duchas largas y calientes también es recomendable, ya que el agua a esta temperatura puede eliminar los aceites naturales de la piel. Adoptar estos hábitos te ayudará a mantener tu piel suave e hidratada durante todo el año.