Es sabido que para mantener un estilo de vida saludable de forma general, nuestra higiene personal es una pieza clave. De lo contrario, podríamos atraer infecciones, virus y gérmenes a nuestro cuerpo. Por lo que, es tan importante limpiar cada zona, incluyendo el ombligo que suele pasar inadvertido por situarse en un lugar que no utilizamos y visualizamos durante gran parte del día.
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El ombligo es resultado de la caída del cordón umbilical, es decir, una pequeña cicatriz. Sin embargo, no lavarlo bien repercute con serias consecuencias para nuestra salud.
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¿Cuáles son las consecuencias si no te lavas bien el ombligo?
En general, las consecuencias de si no te lavas bien el ombligo consisten en acumulaciones bacterianas tan fuertes que se podrían incluso solidificar en una piedra dentro. En particular, esta lleva por nombre onfalolito y llega a tener un pigmento marrón oscuro o claro, incluso negro.
Del mismo modo, otro síntoma considerable sería ver una secreción entre blanca, café o amarilla saliendo del ombligo, según lo describe el doctor Karan Rajan desde el portal de National Health Service.
Los pasos para lavar bien tu ombligo
Para evitar las consecuencias de si no te lavas bien el ombligo, se recomienda llevar una buena higiene personal en esa zona y en todo el cuerpo. Especialmente, seguir los pasos que mencionaremos a continuación:
- Talla suavemente la zona del ombligo, tanto por fuera, alrededor y dentro con una esponja húmeda y con la ayuda de un poco de jabón.
- Seca con palmadas tanto por fuera como por dentro del ombligo, con una toalla limpia o un pedazo de papel. La intención es no tallar para que no queden residuos dentro y que pudieran acumularse y traer consecuencias para la salud del ombligo.
- Finalmente, puedes untar un poco de crema para hidratar la zona del ombligo.
- Hay que destacar que se sugiere practicar el lavado del ombligo con frecuencia, durante cada baño o lavarlo de 4 a 5 veces por semana. De esta forma, tendrás la seguridad de que mantienes una buena higiene dentro del ombligo.
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