La computación cuántica ya resalta como una de las mayores preocupaciones para las apps de mensajería debido a su potencial para romper la encriptación que actualmente protege la comunicación de los usuarios. Aunque esta tecnología aún no ha alcanzado su máximo potencial, los desarrolladores de servicios de mensajería ya están tomando medidas preventivas para proteger la privacidad de sus usuarios.
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Por ejemplo, empresas como Apple, Google y Signal han comenzado a implementar protocolos de criptografía postcuántica con el propósito de anticiparse a la era en la que la computación cuántica pueda poner en riesgo la seguridad de los mensajes cifrados. Pero, ¿en qué consisten estas medidas?
¿Qué hacen las apps de mensajería para protegerse de la computación cuántica?
Por un lado, Apple anunció en febrero de 2024 la incorporación del protocolo PQ3 en iMessage, un método de criptografía postcuántica diseñado para mejorar la protección contra ataques cuánticos. Signal, por su parte, ha integrado la especificación PQXDH para reforzar su protocolo de encriptación y protegerse de la computación cuántica.
Mientras que, Google, sumada a esta tendencia, adoptaría la especificación RFC 9420 MLS en su aplicación Mensajes, con el fin de abordar los desafíos de seguridad derivados de la computación cuántica. Pero, en general, estas medidas son respuesta al temor de que un ordenador cuántico suficientemente avanzado pueda romper la encriptación actual y provocar que los datos almacenados hoy puedan ser descifrados en el futuro.
¿Qué es la criptografía postcuántica?
El desarrollo de la computación cuántica ha llevado a las empresas de mensajería a reconsiderar sus estrategias de seguridad. Un ordenador cuántico podría resolver problemas matemáticos complejos en un tiempo récord, lo que pone en riesgo la encriptación de extremo a extremo que actualmente protege las comunicaciones.
No obstante, para contrarrestar la amenaza, las empresas están adoptando criptografía postcuántica, que se basa en problemas matemáticos extremadamente difíciles de resolver, incluso para un ordenador cuántico. Este enfoque es importante para prevenir ataques del tipo “cosechar ahora, descifrar después” en donde los ciberatacantes recopilan datos encriptados con la esperanza de descifrarlos en el futuro cuando la computación cuántica esté más avanzada.
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