Los ácaros, esos diminutos insectos que encuentran su hábitat ideal en la cama y almohadas de nuestros cuartos, pueden pasar desapercibidos mientras colonizan nuestro espacio de descanso.
Sin embargo, su presencia puede desencadenar una serie de molestias y alergias que pueden afectar nuestra calidad de vida. Pero entonces, ¿cómo podemos detectarlos y qué medidas podemos tomar al respecto?
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¿Cómo saber si tienes ácaros en la cama?
La detección de ácaros en la cama puede ser un desafío, dado que son casi invisibles a simple vista. No obstante, existen señales que pueden indicar su presencia. A continuación te explicamos las claves para detectarlos.
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El picor en la piel, alergias como mocos persistentes, tos o sarpullidos y el cansancio crónico pueden ser signos reveladores. Estornudos frecuentes o manchas rojas en la piel también pueden ser indicativos.
Para confirmar su presencia, se pueden aplicar técnicas sencillas. Colocar cinta adhesiva en zonas sospechosas y observar si atrapa partículas o ácaros es una opción. También, frotar un pañuelo sobre la superficie del colchón y observar la presencia de partículas o manchas oscuras puede proporcionar pistas. La utilización de luces de colores como el rojo o azul puede hacer que los ácaros sean más visibles debido a su fluorescencia.
¿Qué hacer al respecto?
Una vez confirmada su presencia, es crucial tomar medidas para controlar la proliferación de ácaros. Optar por ropa de cama sintética o de algodón antialérgico puede reducir su hábitat. Cambiar la ropa de cama semanalmente y airearla antes de hacer la cama contribuye a eliminar la humedad y el calor acumulados, condiciones ideales para los ácaros.
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Productos fitosanitarios con ingredientes activos como el benzoato de bencilo o el ácido tánico son eficaces para eliminar los ácaros. Además, mantener la limpieza en el hogar es fundamental. Utilizar paños húmedos y aspiradoras en lugar de plumeros ayuda a eliminar el polvo de manera efectiva. Exfoliarse periódicamente para evitar la acumulación de células muertas de la piel en la cama también es recomendable.