La contaminación por microplásticos en el agua potable es una de las principales preocupaciones de la ciencia y los especialistas en salud, pues aunque se desconoce el impacto a largo plazo de su ingesta, se anticipa que podría ser perjudicial y generar problemas al organismo en el futuro. Por ello, la ciencia ha compartido un método para eliminar microplásticos del agua. A continuación te presento todos los detalles.
¿Qué son los microplásticos y cómo afectan?
Los microplásticos son partículas de plástico que miden menos de 5 mm y representan un riesgo significativo para la salud humana, ya que pueden ingresar al cuerpo a través de la ingestión, la inhalación e incluso por contacto con la piel. Aunque aún se están investigando sus efectos a largo plazo, la evidencia científica sugiere que la exposición a estas pequeñas partículas puede tener consecuencias adversas.
Una de las preocupaciones más relevantes es el impacto en el sistema respiratorio. Las partículas más pequeñas pueden alojarse en los pulmones, aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias. Esto es especialmente preocupante para personas que ya padecen afecciones como el asma, quienes podrían experimentar un agravamiento de sus síntomas.
Además, algunos componentes presentes en los plásticos pueden interferir con el sistema endocrino, lo que puede resultar en alteraciones hormonales. Esta interferencia puede provocar problemas en el desarrollo, así como trastornos metabólicos y reproductivos, afectando tanto a adultos como a niños en crecimiento.
Por último, estudios de laboratorio han demostrado que los microplásticos pueden causar daño celular, generando estrés oxidativo e inflamación. Este daño en el ADN de las células podría aumentar el riesgo de enfermedades crónicas a largo plazo, lo que subraya la necesidad de seguir investigando y abordando este problema de salud pública.
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¿Cómo solucionar el problema de los microplásticos?
Existen sistemas de filtración avanzados que pueden capturar microplásticos en el agua potable, pero los científicos están en busca de métodos más asequibles y fáciles de implementar. En este sentido, un estudio reciente publicado en Environmental Science & Technology Letters de ACS analizó si hervir el agua podría ser una solución práctica y eficaz para abordar esta problemática.
Para llevar a cabo el experimento, los investigadores hirvieron agua del grifo, tanto dura como blanda, durante cinco minutos y luego midieron el contenido de plásticos. Se descubrió que el agua dura, rica en minerales, forma naturalmente una sustancia llamada cal o carbonato de calcio (CaCO3) al ser calentada. Al elevar la temperatura del agua, el CaCO3 genera estructuras cristalinas que encapsulan las partículas de plástico, permitiendo su posterior eliminación y reduciendo así la concentración de microplásticos en el agua consumida.
Los responsables de la investigación, Zhanjun Li, Eddy Zeng y sus colegas, destacaron que hervir agua dura favorece la formación de estas incrustaciones calcáreas, que con el tiempo pueden acumularse y ser retiradas junto con los plásticos encapsulados. Este proceso podría complementar las soluciones actuales para el tratamiento del agua y representar una opción accesible para gran parte de la población mundial.
