Un problema dental que provoca inseguridad en las personas son las manchas y los dientes amarillos. En este sentido, los expertos señalan que “son una de las razones que hace que los pacientes no quieran sonreír”. Afortunadamente, existe un remedio casero que sirve para blanquear los dientes si los tienes amarillos.
Lo mejor de todo es que no hay que gastar demasiado para blanquear los dientes si los tienes amarillos, puesto que, solo necesitas las propiedades antisépticas del bicarbonato de sodio. Con relación a esto, la Asociación Dental Americana (ADA) señala que este elemento de origen natural es seguro para los dientes, incluyendo el esmalte y la dentina, los cuales son dos capas de los mismos.
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¿En qué consiste el tratamiento para blanquear los dientes si los tienes amarillos?
Ahora bien, de acuerdo con los especialistas, utilizar bicarbonato de sodio para blanquear los dientes si los tienes amarillos consiste en:
- En primer lugar, formar una pasta con porciones iguales de bicarbonato de sodio y agua.
- Luego, aplica la pasta de bicarbonato de sodio en los dientes con un cepillo. Hazlo con movimientos circulares durante varios minutos.
- Por último, enjuaga tu boca hasta que no tengas restos de pasta en los dientes.
Del mismo modo, los expertos en salud bucal sugieren que este tratamiento con bicarbonato de sodio para blanquear los dientes si los tienes amarillos es más efectivo si lo llevas a cabo dos o tres veces a la semana.
¿Por qué los dientes se ponen amarilos?
Los dientes pueden adquirir manchas amarillas o una tonalidad en ese tono por diferentes causas. Por ejemplo, una mala higiene bucal, la falta de cepillado y la utilización inadecuada del hilo dental propician una acumulación de bacterias y restos de comida.
Así mismo, los dientes se ponen amarillos por el consumo de sustancias como el tabaco y alcohol. Incluso, sufrir de alguna infección en las encías, las caries o los abscesos provocan esta tonalidad molesta en la dentadura de algunas personas.
Finalmente, tus dientes se ponen amarillos debido a la ingesta de bebidas como el té y el café, ya que tienen componentes que vulneran los dientes y disminuyen su esmalte.
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