Un reciente estudio ha arrojado luz sobre un tema bastante importante para nuestra salud: la frecuencia con la que debemos evacuar. Según la agencia de noticias AFP, esta investigación revela cada cuánto hay que hacer popó para mejorar el bienestar a largo plazo. En las siguientes líneas, exploraremos a detalle los hallazgos de este estudio y cómo podemos aplicar esta información en nuestra vida diaria.
¿Cuántas veces es lo ideal para hacer popó?
Según un estudio publicado en la revista especializada Cell Reports Medicine, se ha determinado que la frecuencia ideal de defecación para promover la salud a largo plazo es de una o dos veces al día. Esto se debe a que las bacterias intestinales conocidas como “anaerobios estrictos”, que están asociadas con una buena salud, prosperan con una frecuencia de deposiciones diarias en ese rango.
Aunque se destaca la importancia de realizar más estudios para confirmar esta afirmación, se sugiere que para lograr esta frecuencia es necesario consumir frutas y verduras, mantenerse bien hidratado y hacer ejercicio regularmente. Sean Gibbons, autor principal del estudio, enfatizó la importancia de estos hábitos para mantener una buena salud intestinal.
¿Cuál es la importancia de defecar adecuadamente?
La defecación es un proceso vital para el cuerpo humano, ya que permite eliminar las sustancias no deseadas que se acumulan en el tracto digestivo. A través de este mecanismo, se expulsan las heces, que contienen restos de alimentos no digeridos, bacterias y desechos celulares. Este proceso es fundamental para mantener el equilibrio en el organismo y prevenir posibles complicaciones de salud.
Además, la defecación está estrechamente relacionada con la salud gastrointestinal, el sistema nervioso y el sistema musculoesquelético. Es importante destacar que una buena frecuencia y consistencia en las evacuaciones intestinales son indicativos de un sistema digestivo saludable. Es primordial prestar atención a los hábitos intestinales y consultar a un especialista en caso de alteraciones en este proceso.
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¿Cómo se forman las heces en el aparato digestivo?
Una vez ingeridos los alimentos y transformados en bolo alimenticio durante la masticación, este llega al estómago donde se convierte en quimo, una masa semilíquida compuesta por la mezcla de alimentos y secreciones gástricas.
Posteriormente, el quimo pasa al intestino delgado, donde se absorben la mayoría de los nutrientes, antes de llegar al colon, la parte más extensa del intestino grueso, donde se convierte en heces, residuos sólidos listos para ser eliminados.
De acuerdo con, el doctor Gonzalo Guerra, director médico del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED), al llegar al colon, se inicia un proceso de “secado” en el que este órgano absorbe el exceso de agua, logrando que las heces adquieran una consistencia más compacta.
Es así como el colon cumple la función de impulsar estos residuos hacia el recto y desencadenar el deseo de defecar. Este proceso es fundamental para la eliminación de desechos del organismo y asegurar un correcto funcionamiento del sistema digestivo.
