En los primeros meses del año 2024, Japón ha experimentado un inquietante repunte en los casos de infecciones causadas por la bacteria estreptococo. Este alarmante incremento ha llevado a las autoridades sanitarias del país a intensificar sus esfuerzos para contener la propagación de esta bacteria, que puede causar desde infecciones leves hasta enfermedades graves y potencialmente mortales.
¿Qué es el estreptococo?
El estreptococo es un género de bacterias grampositivas que engloba diversas especies, algunas de las cuales pueden ser patógenas para los seres humanos. Entre las enfermedades que pueden causar se encuentran infecciones de la piel y la garganta, así como afecciones más graves.
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¿Cómo se transmite la bacteria del estreptococo?
La bacteria del estreptococo se transmite principalmente de persona a persona a través de gotitas infectadas procedentes de la nariz o la garganta de alguien que está enfermo. Estas gotas pueden ser liberadas al estornudar, toser o hablar.
También es posible la transmisión al tocar superficies contaminadas y luego tocarse la boca, la nariz o los ojos; además, existen diferentes tipos de bacterias estreptocócicas, como el estreptococo del grupo A y el del grupo B, con distintas formas de transmisión y potenciales riesgos.
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¿Cuáles son los riesgos de la bacteria del estreptococo?
Cabe mencionar que el estreptococo puede provocar una amplia gama de enfermedades, desde infecciones leves hasta afecciones mortales. Por ejemplo, la fascitis necrotizante es una infección bacteriana profunda y rápida que puede destruir tejido muscular, graso y conectivo, poniendo en peligro la vida del afectado.
Es importante mencionar que la gravedad de las enfermedades estreptocócicas reside en su capacidad para diseminarse por el cuerpo, especialmente cuando las bacterias ingresan al torrente sanguíneo.
¿Cómo se elimina la bacteria del estreptococo?
El tratamiento adecuado con antibióticos durante al menos 24 horas elimina la posibilidad de contagio con la bacteria. Bajo este contexto, los médicos suelen recetar antibióticos para tratar la enfermedad, y en casos más graves, como infecciones de los tejidos blandos o de los huesos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica adicional. Sin embargo, es crucial comenzar el tratamiento lo antes posible para evitar complicaciones.
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