La naturaleza es un mundo fascinante lleno de vida y belleza, pero también esconde ciertos peligros que pueden ser letales para los seres humanos. Muchos animales y insectos tienen mecanismos de defensa que les permiten protegerse de los depredadores y, en algunos casos, incluso de los humanos. Uno de los más temidos por su diminuto tamaño pero gran capacidad para hacer daño son los “azotadores”.
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En este sentido, vamos a explorar todo lo que necesitas saber sobre estos temibles animales y cómo prevenir sus ataques. ¡Toma nota!
¿Qué son los azotadores?
¿Sabías que esos gusanos peludos y espinosos que conocemos como “azotadores” en realidad son orugas de diversas especies de mariposas? Aunque muchos creen que se trata de un tipo de animal independiente, lo cierto es que son una etapa más en el ciclo de vida de ciertas mariposas.
Pero, ¿por qué estas orugas están cubiertas de pelos y espinas? Resulta que se trata de un ingenioso mecanismo de defensa que han desarrollado para protegerse de posibles depredadores que las consideran un exquisito manjar.
¿Por qué representan un peligro?
Aunque las orugas no tienen como objetivo dañar a los humanos, en ocasiones, su forma de defenderse de los depredadores puede resultar perjudicial para nosotros. Algunas de estas orugas están cubiertas de pelos urticantes que, al entrar en contacto con nuestra piel, pueden desencadenar una reacción alérgica conocida como erucismo. Esta reacción se caracteriza por la aparición de ronchas, ampollas o pequeñas protuberancias rojas que pueden causar picazón, molestia y dolor.
En casos más graves, estas cerdas que se distribuyen a lo largo del cuerpo de las orugas pueden producir efectos más severos que van desde un dolor intenso y punzante, quemazón, zarpullidos o manchas rojas en la piel, hasta edema, náuseas, dolor abdominal, cefaleas, linfedema, linfadenitis, shock, dificultad respiratoria, trastornos intestinales, y otros síntomas preocupantes.
¿Qué hacer si encuentro un azotador en mi casa?
Si encuentras un azotador dentro de tu casa, es importante que evites el contacto directo con él. No lo toques ni lo manipules con las manos, ya que esto podría aumentar el riesgo de sufrir una reacción alérgica.
En primer lugar, trata de alejarte del insecto y manten una distancia segura. Posteriormente, sin perderlo de vista, busca algún objeto largo y rígido, como una escoba o un trozo de cartón, para alejar al azotador y sacarlo de la casa sin lastimarlo.
Es importante que evites matar al azotador, ya que como mencionamos antes, son una parte importante del ciclo de vida de ciertas mariposas y cumplen una función en el ecosistema. Si te es posible, llévalo afuera y libéralo en un lugar seguro y alejado de la casa.
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