La CURP , ese código alfanumérico que nos acompaña desde el nacimiento y que utilizamos para realizar prácticamente cualquier trámite, es un documento de vital importancia. Pero, ¿qué sucede con ella cuando fallecemos? ¿Desaparece para siempre?
¿La CURP desaparece de manera definitiva con la muerte?
La respuesta corta es no. La CURP, en sí misma, no desaparece; sin embargo, sí existe un procedimiento para darla de baja de manera formal. Este trámite es fundamental para evitar el robo de identidad del fallecido y para que sus beneficiarios puedan acceder a los recursos que le correspondan.
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¿Por qué es importante dar de baja la CURP de un fallecido?
Imaginemos que un familiar fallece y no se da de baja su CURP. En este caso, alguien con malas intenciones podría utilizar esta información para realizar trámites a nombre del difunto, como solicitar créditos, abrir cuentas bancarias o incluso cometer fraudes fiscales. Al dar de baja la Clave Única de Registro de Población, se evita que esto suceda y se protege la identidad del fallecido.
Además, dar de baja el documento en cuestión es un requisito indispensable para que los beneficiarios puedan cobrar seguros de vida, pensiones y otros beneficios a los que tengan derecho.
¿Cómo se da de baja la CURP de un fallecido?
El trámite para dar de baja es gratuito y se puede realizar de manera presencial o en línea. Los documentos necesarios varían dependiendo de si el fallecido era mexicano o extranjero, pero en general se requiere el acta de defunción y alguno de los siguientes documentos: acta de nacimiento, cédula de identidad, pasaporte, etcétera.
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Una vez que se ha realizado el trámite, la Dirección General del Registro Nacional de Población e Identificación Personal emite una constancia que certifica la baja de la CURP. Con este documento, los beneficiarios podrán acreditar el fallecimiento del titular y realizar los trámites correspondientes.
¿Qué pasa si no se da de baja la CURP?
Cabe señalar que, si no se da de baja la Clave de un fallecido, se pueden presentar diversas complicaciones, como:
- Robo de identidad: Alguien podría utilizar la CURP del fallecido para cometer fraudes.
- Dificultades para los beneficiarios: Los beneficiarios podrían enfrentar problemas para cobrar seguros de vida, pensiones y otros beneficios.
- Problemas legales: En algunos casos, no dar de baja la CURP podría tener implicaciones legales.
