Amy Winehouse, nacida en Londres en el año de 1983, se convirtió en una de las voces más talentosas que la música ha escuchado en los últimos años. Su familia siempre estuvo rodeada de la música Jazz, y Amy demostró un talento casi innato para cantar desde una edad muy temprana.
En los comienzos de su carrera, Amy Winehouse comenzó a cantar en pequeños clubes que estaban por la zona en la que vivía con su familia, hasta que, cuando tenía 16 años, su novio consiguió que un productor musical se acercara a Amy después de haberle entregado unas grabaciones que había hecho, marcando su inicio en la música de manera profesional.
Sus primeros materiales discográficos fueron ovacionados por la crítica y por el público en general, haciendo que Amy Winehouse se posicionara rápidamente como una de las artistas más prometedoras de ese entonces. Todos estaban atento a lo que ella hacía en el estudio de grabación, preguntando cuándo podrían escuchar más de la prodigiosa voz de la londinense.
Fue cuando lanzó su segundo material discográfico que se convirtió en la gran estrella que fue hasta el final de sus días. Teniendo en su repertorio temas que se convirtieron en himnos, prácticamente, para toda una generación, Amy Winehouse se consagró como una gran voz dentro de la música. Pero en su vida no todo fue un éxito, ya que, detrás de todos los logros que alcanzó gracias a su talento, también se encontraba en una dura batalla contra las adicciones.
Amy Winehouse, el precio de la fama y el desamor detrás de todo su éxito
Amy Winehouse era una gran estrella, eso era bien sabido por el público y críticos. Pero lo que también era de conocimiento público era la fuerte adicción que la cantante tenía por el alcohol y las drogas, habiendo momentos en los que salía al escenario claramente intoxicada, no logrando concretar una interpretación. Pero eso no era todo lo que afectaba la vida personal y profesional de Amy Winehouse.
Su relación con Blake Fielder-Civil siempre estuvo rodeada de escándalos, polémicas y excesos. Ellos dos se conocieron cuando tenían aún pareja, pero aseguraban que la atracción había sido tan fuerte, que decidieron terminar con sus parejas de ese entonces para poder comenzar su relación. Aunque todo pareciera que iba bien, desde el primer momento se presentaron los problemas para ambos.
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En los medios de Inglaterra, se convirtió en algo común observar fotografías y videos de la pareja sumamente borracha, consumiendo algún tipo de droga o incluso llenos de sangre debido a las peleas que ellos tenían de manera habitual. Todos pensaron que no podrían continuar juntos, pero Amy Winehouse y Fielder-Civil dejaron sorprendidos a todos cuando anunciaron que ambos contraerían matrimonio en Estados Unidos.
No pasó mucho tiempo después de su boda que Amy tuvo su primera sobredosis por sus adicciones. Hay muchos que aseguran que Blake Fielder-Civil fue una de las peores influencias en la vida de la cantante, afirmando que fue él la persona que indujo a Amy Winehouse a consumir drogas aún más duras como el crack.
La vida de la cantante llegó a su fin en el año de 2011 por una intoxicación etílica, arrebatándole una gran voz a la escena musical.
Amy Winehouse: El talento al lado del caos
Dejando de lado todo el camino que la vida de Amy Winehouse tomó hacía la autodestrucción que todos pudimos ver durante sus últimos días de vida, no podemos poner en duda el gran talento que tenía y el poder de su voz.
Feliz cumpleaños, Amy.
