Debajo de las aguas del Océano Índico, existe una misteriosa anomalía gravitatoria conocida comúnmente como “agujero de gravedad”, que ha cautivado a los científicos por décadas. Este agujero que comprende un área de aproximadamente 3 kilómetros del suelo marítimo representa “una gran anomalía de gravedad”, de acuerdo con Gabriela Fernández Viejo, doctora en geología.
El encuentro con este hoyo de gravedad no es nuevo. Tanto la navegación como la ciencia habían estudiado esta deformación geológica que se encuentra 105 metros por debajo del nivel del mar. Este punto en el Océano Índico no sólo es fascinante para los geólogos, sino también significa un problema importante para las personas que navegan por la región.
Así es el sumergible perdido que llevaba a conocer restos del Titánic.
¿Cómo se originó el agujero de gravedad en el fondo del mar?
No obstante, las razones de su origen no habían podido ser explicadas del todo. Pues como aseguraron los científicos Debanjan Pal y Attreyee Ghosh “todos los estudios anteriores analizaron la anomalía actual y no se preocuparon por explicar cómo surgió este geoide bajo”.
Debido a esto Pal y Ghosh se dieron a la tarea de investigar la causa de este agujero de gravedad. Así pues, a través de la revista Geophysical Research Letters, publicaron un estudio en el cual han dado más información para entender el origen de esta anomalía y sus efectos en nuestro planeta. Explicaron que este agujero de gravedad no surgió por casualidad y mucho menos de la noche a la mañana; sino que es producto de complejos procesos que enfrentó esta zona del planeta.
Todo comenzó hace millones de años, cuando los continentes de la Tierra no estaban acomodados de la manera en que los conocemos. Pues, India y África pertenecían al mismo bloque terrestre. Y en un proceso que duró millones de años, el ahora territorio de India se separó del supercontinente Gondwana y se estableció en el sur de lo que conocemos actualmente como el continente asiático. Este fenómeno provocó que el mar por el que cruzó India se hundiera en el manto terrestre. Así, la corteza de la tierra dio paso a un nuevo cuerpo de agua: el Océano Índico.