Muy diferente a lo que nos puede plantear la mayoría de las películas hollywoodenses sobre lo que sucede en el espacio con nuestro cuerpo, estar en el espacio representa una prueba extrema para el cuerpo y la mente humana. Los astronautas que se aventuran más allá de la Tierra enfrentan una serie de desafíos únicos debido a la microgravedad y el aislamiento prolongado. Te contamos cómo estos valientes exploradores se adaptan a vivir y trabajar en un entorno tan diferente al nuestro.
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¿Qué le pasa a nuestro cuerpo en el espacio?
En el espacio, los astronautas experimentan un estado de microgravedad que provoca cambios drásticos en su fisiología:
- Pérdida de masa muscular y ósea: Sin la gravedad que los tire hacia abajo, los músculos y huesos no necesitan soportar el peso del cuerpo, lo que puede causar una pérdida significativa de masa muscular y ósea. Los astronautas contrarrestan esto con intensas rutinas de ejercicio diarias en equipos diseñados especialmente para simular la resistencia gravitacional.
- Redistribución de fluidos corporales: En la microgravedad, los fluidos corporales se desplazan hacia la parte superior del cuerpo, lo que puede causar hinchazón facial y presión en los ojos, afectando la visión. Este efecto también puede resultar en una sensación constante de congestión.
- Desorientación y mareos: La ausencia de gravedad altera el sistema vestibular del oído interno, que es crucial para el equilibrio. Los astronautas a menudo enfrentan desorientación y mareos hasta que su cuerpo se adapta al nuevo entorno.
En otras palabras, al igual que los astronautas, podrías perder masa muscular, hinchazón en el rostro y presión en los ojos, por lo que no podrías ver bien. Por si fuera poco, sentirías mareos y pérdida del equilibrio por el efecto en tus oídos. Alentador, ¿no?
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¿Qué le pasa a la mente en el espacio?
Además de los cambios físicos, la vida en el espacio presenta retos psicológicos significativos:
- Estrés y Aislamiento: La distancia de la Tierra y el confinamiento en un entorno limitado pueden generar altos niveles de estrés y sentimientos de soledad. Los astronautas usan técnicas como la meditación y el ejercicio para mantener su bienestar mental y establecen comunicaciones frecuentes con sus seres queridos.
- Alteraciones del Sueño: La ausencia de un ciclo día-noche consistente, como en la Estación Espacial Internacional, donde hay 16 amaneceres y atardeceres cada 24 horas, puede afectar gravemente el sueño. Se utilizan luces especiales para ayudar a regular los ciclos de sueño.
- Sensación de Claustrofobia: La vida en un espacio reducido puede ser abrumadora. Los astronautas tienen espacios personales y actividades planificadas para evitar la claustrofobia y mantener el equilibrio mental.
¿Qué pasa si un astronauta regresa a la tierra?
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Pero no te preocupes, todos estos síntomas se te quitarían al volver a la Tierra; al igual que los astronautas, sólo deberás pasar por un proceso de readaptación a la gravedad terrestre. Este proceso incluye fisioterapia y ejercicios para recuperar la fuerza muscular y ósea, y reentrenar el sistema vestibular para adaptarse nuevamente a la gravedad.
Todo sea por acercarnos más a la posibilidad de vivir y prosperar fuera de nuestro planeta natal.