Se llevó a cabo la quinta audiencia del juicio de Pablo Lyle, luego de haber sido acusado de homicidio imprudencial por la muerte del cubano Juan Ricardo Hernández, persona de la tercera edad con la que el actor tuvo un enfrentamiento de tránsito en Miami en 2019.
La parte defensora del actor mazatleco siguen enfrentando una intensa batalla desestimar las versiones de los testigos que la Fiscalía ha presentado durante la primera parte del juicio por la muerte de Juan Ricardo Hernández, hombre al que golpeó en un incidente vial en Miami.
Dos de esos testigos son María Rizo y su hija Jessica Rocha, quienes circulaban a bordo de su auto en la intersección donde ocurrieron los hechos en marzo de 2019, y cuyos relatos son contradictorios e inverosímiles, ya que la hija afirma haber escuchado que hoy occiso le pidió a Pablo Lyle que no lo golpeara, mientras que la madre dice no haber escuchado ni visto nada.
“Escuché que la víctima dijo ‘no, por favor no me lastimes’”, fue lo que escuchó la joven Jessica supuestamente momentos antes de que el actor golpeara al hombre. Así mismo, declaró que el hoy occiso levantó las manos y en español dijo: “No, no, no, por favor, no me pegues”, añadió.
¿Cómo se contrastan los relatos de las testigos?
En contraste, su madre María Rizo, declaró lo contrario y admitió que no pudo escuchar nada porque las ventanillas de su auto se encontraban cerradas.
Cuando le preguntaron si les había dicho a los detectives que la ventana estaba arriba, María dijo que sí y añadió que “no pude escuchar nada y no he cambiado mi declaración”. De igual forma, aseguró que a su lado iba sentada su hija Jessica, quien dice haber oído todo lo sucedido.
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Por ello, el abogado de Pablo Lyle se mostró enérgico en el interrogatorio para convencer al jurado y la jueza Marisa Tinker Mendez de las inconsistencias en ambas declaraciones, toda vez que en 2019 muchos de los testigos ya habían rendido una declaración jurada.
Cuando le preguntaron a María Rizo si recordaba que en la Corte declaró haber visto los hechos, a lo que respondió “no vi todo”, no obstante, el abogado de Lyle le reviró diciendo “eso no fue lo que dijo en su testimonio inicial”.
Rizo aseveró “no puedo ser exacta, no soy una testigo perfecta, quiere que recuerde cada detalle en particular y es imposible”, por lo que la defensa del actor trató de demostrar que en todo caso se trató de la presunción de ambas testigos y no de un hecho real.
Por último, María Rizo dijo no haber visto al señor Hernández caminando con sus brazos en el aire, a lo que el letrado mencionó que cuando testificó que tenía sus brazos levantados y que escuchó cosas que decía el señor Hernández era mera presunción.
“No sé lo que pasaba por su mente, dije que lo vi con los brazos levantados”, añadió la señora María Rizo, quien además mencionó que para su percepción esa fue una señal de “no me pegues”.
Al final, el abogado logró desestabilizar los testimonios de ambas testigos consideradas esenciales en el juicio, pues María dijo no haber visto nada ni escuchado nada de lo que sucedió aquel día.