Un infarto o ataque cardíaco es de las emergencias médicas más temidas y preocupantes para muchas personas. Este es producido cuando un coágulo de sangre obstruye la irrigación sanguínea hacia el corazón y por lo tanto, no recibe la cantidad adecuada de flujo sanguíneo. A menudo se habla de poner atención a las señales que alertan sobre el riesgo de sufrir un infarto aunque estos varían según la persona.
Si bien, ningún ser humano se salva de la posibilidad de un infarto, es importante mencionar que algunos factores y hábitos lo predisponen a sufrir alguno. Por ejemplo, llevar una dieta poco saludable, la falta de ejercicio y el consumo de sustancias como alcohol y tabaco.
Infartos silenciosos. El experto nos explica cómo identificarlos.
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Así puedes saber que estás en riesgo de sufrir un infarto
Al hablar de señales que alertan sobre el riesgo de sufrir un infarto, tendemos a visualizar en nuestra mente a una persona que se agarra el pecho y se desmaya. No obstante, estos indicios pueden ser más sutiles y se trata de los siguientes:
Dolor abdominal
El sistema digestivo juega un papel, ya que el dolor abdominal, las náuseas y sensación de indigestión son algunas de las señales que alertan sobre el riesgo de sufrir un infarto. No obstante, el dolor puede disminuir de intensidad por un periodo y luego reaparecer.
Arritmias
Las arritmias o latidos cardíacos irregulares también se consideran parte de las señales que alertan sobre el riesgo de sufrir un infarto junto con ataques de ansiedad, taquicardia, debilidad, cansancio extremo y finalmente, desmayos.
Sudoración excesiva
Esta es una de las señales que alertan sobre el riesgo de sufrir un infarto pero más presente en mujeres. Dicha sudoración excesiva ocurre sin importar la temperatura del ambiente o el estado físico de la persona.
Malestar en zonas de la parte superior del cuerpo
Como hemos dicho anteriormente, una persona con riesgo de sufrir un infarto puede lidiar con dolor abdominal. Sin embargo, otra de las señales es sentir dolor o molestias en alguno de los brazos o en ambos; asimismo, en la espalda, el cuello, la mandíbula y el estómago.
Dificultad para respirar
Por último, una persona con riesgo a sufrir un ataque cardíaco también puede llegar a sentir disnea o problemas para respirar junto con la presencia de mareos.
De cualquier modo, es importante acudir al médico inmediatamente en caso de presentar cualquiera de estas señales porque entre más pronto seas atendido, menos es el daño en tejido muscular del corazón.
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