Pobladores de Temascalcingo, Edomex "envejecieron" para pedir lluvias y buena cosecha
Con máscaras y trajes de “viejito”, los pobladores del municipio de Temascalcingo, Edomex, danzaron desde sus pueblos originarios para pedir buenas cosechas.
Con máscaras y trajes de “viejito”, los pobladores del municipio de Temascalcingo, en el Edomex , danzaron desde sus pueblos originarios hasta la cabecera municipal para pedir una buena temporada de lluvias y buena cosecha.
Las enormes máscaras de rasgos prominentes, tallados en la raíz del quiote o “tronco” del maguey, largos cabellos y barbas de ixtle, que representan la sabiduría agrícola de los viejos, pobladores danzan desde sus pueblos originarios hasta la cabecera municipal.
Danza de los “Xitas” o “Viejos de Corpus” en el Edomex
Este es un rito agrícola y de fertilidad, de petición de lluvias y buenas cosechas, la danza de los Xitas o “Viejos de Corpus” es una tradición con gran arraigo en aquellas localidades.
Según refiere la historia oral , fue en 1913, a raíz de una mala cosecha que provocó hambruna y enfermedades, cuando se reunieron algunos “principales” para pedir el auxilio divino.
En señal de humildad, cubrieron sus rostros con máscaras de viejos, con las cuales oraron toda la víspera del Corpus . Al día siguiente, portando sus máscaras, recorrieron el pueblo en procesión, pidiendo el fin de sus padecimientos y una buena cosecha para remediar el hambre.
#Edomex | Con máscaras y trajes de “viejito”, los pobladores de #Temascalcingo danzaron desde sus pueblos originarios hasta la cabecera municipal.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) June 8, 2023
Piden una buena temporada de #lluvias y buena #cosecha. pic.twitter.com/sxweoCwNIl
En su atuendo, los Xitas encarnan la profunda relación de los agricultores con la milpa, así como la importancia del maguey como protector de esta. Sus ropajes remiten a la tierra misma, mientras que sus costales y “cargamentos” aluden a la cosecha.
Durante las fiestas del Corpus Christi, los barrios y las comunidades mazahuas y otomís del municipio de Temascalcingo, Estado de México, se llenan de la alegría y el bullicio de los Xitas (nombre que en mazahua significa “viejo”), que con sus exuberantes trajes y sus impresionantes máscaras recorren las calles danzando al ritmo de tambores y violines.
A lo largo de su recorrido de casa en casa, los vecinos les ofrecen maíz, pulque, tortillas, frutas y dulces, como agradecimiento por el trabajo ritual que realizan a favor de toda la comunidad y así es como no muere esta tradición.