En Cancún , Quintana Roo, la tarde del viernes 26 de julio, se registró un violento asalto en una tienda de abarrotes, en el que una cajera y un cliente, vivieron momentos de horror.
En imágenes registradas por una cámara de seguridad del comercio, y que posteriormente fueron colgadas en redes sociales, se observa el momento en el que el ladrón ‘trabaja’ su plan para poder concretar su operación.
El video de muestra como el malhechor es paciente antes de perpetrar su delito, pues espera a que un cliente termine de realizar sus compras para ingresar a la tiendita, la cual está ubicada en Supermanzana 217, del fraccionamiento ‘La Guadalupana'. Posteriormente, simula realizar una compra, por lo que le solicita a la encargada del establecimiento que le venda una bebida, por la que el delincuente aparenta pagar.
Tras pagar con un billete, mientras la cajera preparaba su cambio, el sujeto saca un arma de fuego, le quita el seguro y le advierte que le dé todo el dinero de las ventas, al tiempo en el que le arrebata el celular. Durante esos segundos de horror, la trabajadora le suplica que se lleve todo, menos su celular. En ese momento, un hombre más ingresa al establecimiento, por lo que al observar lo sucedido, intenta dar un paso atrás y escapar de la escena del crimen; sin embargo, el criminal lo toma de su playera y lo ordena meterse. Al ser amenazado, el hombre se esconde junto a los refrigeradores, mientras se realiza el delito.
🦹♂️🏍️🚨"¡Ay no!, Por favor no sean así", "No, por favor", así suplicó una #mujer de una tienda de abarrotes en #Cancun al ser asaltada por un hombre que pretendía ser un #cliente. Ocurrió en La Guadalupana en la Supermanzana 217 #QuintanaRoo #policiaca #asalto #robo #video #viral pic.twitter.com/KzmIvkQo5d
— El Habanero News 🌶️ (@ElHabaneroNews) July 27, 2024
Tras casi minuto y medio del violento asalto, el ladrón sale de la tiendita, se sube a su moto y se escapa. Al tiempo, la mujer observa cómo escapa, mientras le dice al hombre que fue amenazado que el arma parecía ser de plástico, pero no valía la pena arriesgarse.
Finalmente, el hombre amenazado sale de su rincón, y junto a la empleada, buscan la forma de solicitar el apoyo a los elementos de seguridad municipales.