Alerta en el Río Lerma: Vecinos de San Mateo Atenco temen por posible desbordamiento
La humedad en los terrenos y paredes en San Mateo Atenco es una señal de alerta que no se puede ignorar por el riesgo de desbordamiento del Río Lerma.
En el barrio de Guadalupe, San Mateo Atenco, la proximidad al Río Lerma ha generado una constante preocupación entre sus habitantes. Con cada lluvia, los terrenos cercanos al río se muestran visiblemente húmedos, un indicador que despierta alarmas entre quienes residen en esta zona del Estado de México (Edomex).
Las paredes de sus casas, a menudo impregnadas de humedad, son un recordatorio constante del riesgo que enfrentan y esto se agrava cuando se recuerda la última vez que el desbordamiento del río dejó sus viviendas bajo el agua, y es que la memoria colectiva de la comunidad guarda aún frescas las secuelas de este último incidente .
Son varios los incidentes, de varias magnitudes. Incluso, en el 2021, el desbordamiento del Río Lerma provocó la muerte de una persona: sin embargo, el temor es porque las aguas inunden sus hogares y alteren sus vidas de manera irreversible. Estos eventos no solo causaron daños materiales, sino que también dejó una huella emocional profunda en los residentes.
¿Qué está pasando en San Mateo Atenco con el Río Lerma?
Vivir cerca del río Lerma tiene sus ventajas, pero también conlleva riesgos significativos. Las lluvias intensas pueden provocar que el río se desborde, poniendo en peligro la seguridad de los habitantes. La humedad en los terrenos y las paredes de las casas son signos visibles de un problema que no puede ignorarse.
Para los habitantes del barrio de Guadalupe, la humedad es una señal de advertencia. La comunidad ha aprendido a identificar estos indicadores y a actuar en consecuencia. Mantenerse informados sobre las condiciones climáticas y las alertas de inundación es crucial para la prevención de desastres.
Piden a la Virgen de Guadalupe que evite el desbordamiento
Fuerza Informativa Azteca (FIA) acudió con vecinos de San Mateo Atenco para hablar con las personas que han alertado sobre un posible desbordamiento, quienes hoy tienen puestas veladoras por si el agua empieza a subir.
“Mi papá nos decía cuando caiga un buen aguacero enciendan una vela de esas, para que se vaya bajando un poquito, que ya no llueva tanto”, señala una de las víctimas de esta incertidumbre.
Lo que es un hecho es que debido a los niveles tan altos de agua en el Río Lerma, ya están con el temor, cada vez que llueve, de sufrir una tragedia.
