Vecinos de Azcapotzalco, bajo temor por ‘sismos’ tras paso del tren; señalan daños a sus casas

Habitantes de la Unidad Azcapotzalco señalan que el paso del tren por la zona es constante haciendo que sientan como cimbra el suelo en el lugar.

Por: Laura Casillas e Iván Ramírez

A unos meses de cumplir 80 años, el temor de perder su único patrimonio ya le ha quitado el sueño a Lupita, una adulta mayor que vive sola en un departamento de la Unidad Azcapotzalco, en la Ciudad de México.

La mujer asegura que en los últimos meses su hogar se ha dañado por el constante movimiento que genera el paso de los trenes de carga que transitan justo al lado del conjunto habitacional.

Cuando pasa muy fuerte, y en la noche, a mí sí me da miedo ¡Ay Dios mío, ay no, no, no! Yo abro la puerta y me quedo, pero yo me paro ahí en la puerta”, dice Guadalupe Montoya, vecina de la Unidad Azcapotzalco.

Lupita cuenta que cuando llegó a su nuevo hogar el tren ya recorría la zona y aunque en ese momento solo pensaron en el ruido que podían generar las locomotoras, dice su familia, no tenían opción para escoger en donde vivir, ya que les otorgaron su casa de interés social a través de un sorteo. “Tengo 42 años de vivir, nuevecitos los agarramos”, comenta.

Vecinos dicen sentir un “temblor trepidatorio” cuando pasa el tren

Guadalupe y sus vecinos, la mayoría de la tercera edad, relatan que en el pasado, el tren pasaba de manera esporádica y no los asustaba tanto, sin embargo, desde hace un par de meses, su paso es constante y aseguran que ya ha ocasionado daños a su patrimonio.

En la parte de acá atrás pasa el tren muy cargado, hace maniobras aquí enfrente en la vía, a veces de hasta dos horas y obstruyen el tráfico y nuestros departamentos se sienten como un temblor trepidatorio”, explica Susana Gómez Miranda, vecina del lugar.

Mientras que para Ernesto Godoy, habitante del lugar, lo que pasa aquí “es una situación ya de pánico. Aquí se encuentran concentradas casi puras personas de la tercera edad y sí, el tren, la verdad, cimbra mucho el suelo, se mueve la unidad”.

Los habitantes de los edificios ubicados en la Avenida Azcapotzalco número 38 saben que es complicado que los trenes de carga dejen de pasar.

Que siga pasando si es necesario, que espacien el peso, sus entradas y salidas, que las programen para que no obstruyan el paso y que sean en horarios adecuados y no de madrugada”, menciona la señora Susana Gómez Miranda.

Pero mientras eso ocurre, Lupita y sus vecinos esperan que la tragedia nunca los alcance. “Pues si mi patrimonio, si me muero primero, pues ya, sí, que se caiga, la verdad. Yo no cuento con nadie, la verdad, yo estoy solita”, dice.

Videos

Otras Noticias

×