¡Varados en el espacio! Descubre la historia de los 2 astronautas atrapados

El entusiasmo era palpable en los astronautas Barry Wilmore y Sunita Williams cuando abordaron la cápsula Starliner el 5 de junio y despegaron de Florida hacia la Estación Espacial Internacional. Nunca anticiparon que sus 8 días de misión se transformarían en 8 meses que los tendrían varados fuera de este mundo, debido a una falla en la cápsula que les impidió volver a tiempo del espacio.

Se trata de la misión Boeing Crew Flight Test, una prueba de vuelo cuyo objetivo era estrenar con tripulación a la cápsula Starliner, transporte desarrollado por la compañía Boeing que esperaba aprobación de la NASA para su uso en vuelos de rutina. Sin embargo, los propulsores de la cápsula presentaron anomalías a la hora del acoplamiento, y así comenzó el viacrucis de Barry y Sunita…

Hoy, los dos astronautas llevan más de 180 días estancados en la Estación Espacial Internacional (ISS en inglés), pues el riesgo de que volvieran en la Starliner era demasiado alto. Ahora el plan contempla que vuelvan hasta febrero de 2025 en una cápsula de SpaceX -la competencia de Boeing- para un total de 8 meses fuera de la Tierra.

El día del despegue todo parecía ir viento en popa: la transmisión mundial fue un éxito y los astronautas tuvieron una calurosa bienvenida cuando entraron a salvo a la ISS.

El astronauta Barry Wilmore declaró sobre el viaje:

Aunque la cápsula se acopló correctamente al puerto Harmony de la ISS para que Sunita y Barry pudieran abordar, lo cierto es que 5 de los 28 propulsores que usa la Starliner para maniobrar hacia la Estación tras separarse del cohete, se apagaron a lo largo de sus 24 horas de vuelo iniciales. Además, una de las válvulas de combustible en los propulsores provocó una fuga de helio, que impediría su presurización. O sea, mucho riesgo.

Barry y Sunita fueron recibidos con manteles largos en la ISS, que está habitada permanentemente por diversos astronautas de todo el mundo. Sin embargo, tras bambalinas ya se deliberaban los riesgos de mantener el plan de regreso inicial. Los 8 días originales pronto habían quedado atrás.

Barry y Sunita siempre supieron de la falla, pero todavía el 10 de julio, con un mes en órbita, expresaron confianza en que la nave sería capaz de retornarlos. Fue hasta el 24 de agosto que Bill Nelson, jefe de la NASA, anunció en conferencia de prensa que nuestros astronautas no volverían sino hasta febrero de 2025:

Y así fue: la nave Starliner volvió a la Tierra el 6 de septiembre, sin tripulantes ni mayores contratiempos; de todos modos, su falla previa ya había desencadenado una serie de consecuencias poco vistas en la industria aeroespacial.

El nuevo plan de rescate, que sigue en ejecución, contempla que los astronautas Barry Wilmore y Sunita Williams regresen hasta febrero de 2025 en la cápsula Dragon 9, cuyo vuelo ya estaba planeado para agosto en la misión Crew 9 de la agencia SpaceX, pero también debió reprogramarse hasta septiembre.

Aunque la misión original Crew 9 contemplaba transportar a los 4 astronautas Nick Hague, Aleksandr Gorbunov, Zena Cardman y Stephanie Wilson , éstas últimas dos tuvieron que ceder sus asientos en la cápsula Dragon 9 y quedarse en la Tierra, para que Barry y Suni puedan volver en su lugar. El regreso se anunció para febrero de 2025, por lo que a los astronautas sólo les queda mantenerse pacientes.

Debido a estos imprevistos, las astronautas Zena Cardman y Stephanie Wilson se quedaron sin ir al espacio, y el lanzamiento original programado en agosto también debió reprogramarse hasta septiembre, para entrenar a los dos astronautas restantes, Nick Hage y Alex Gorbunov, en las tareas que desempeñarían sus compañeras.

La cápsula Starliner es un tipo de transporte desarrollado por la compañía Boeing que viaja montada en un cohete propulsor (en este caso, el Atlas V) para salir de la Tierra; al completar las primeras fases del ascenso, la cápsula se separa del cohete para encaminarse hacia la Estación Espacial Internacional.

Boeing esperaba que la Starliner fuera su jugada maestra en la competencia comercial de la industria aeroespacial, acaparada en la última década por SpaceX del magnate Elon Musk . La NASA suele trabajar de la mano con la iniciativa privada para propulsar el desarrollo de estas tecnologías; no obstante, Boeing ya había sobrepasado el presupuesto de la Starliner antes del despegue, sin mencionar la crisis de la compañía con sus aeronaves Modelo 737.

El primer vuelo no tripulado de la Starliner (misión Boe-OFT) se pospuso de 2017 a 2019, y no fue una misión exitosa: debido a un error en el software de la cápsula, hubo un desfase con el reloj de la Estación Espacial Internacional y, aunado a una conexión intermitente que impidió repararlo, fue imposible que la cápsula se acoplara a la ISS, por lo que tuvo que volver a la Tierra.

SpaceX se colgará una medalla importante si logra llevar a buen puerto su misión rescate y regresa en su cápsula a Sunita y Butch, un desenlace de película que esperamos con ansias suceda sin contratiempos este febrero.

En una conferencia de prensa realizada el 13 de septiembre desde la ISS, Barry Wilmore y Sunita Williams reflexionaron sobre sus 3 meses en órbita y también sobre los riesgos que conlleva su trabajo como astronautas, así como sus impresiones de esta aventura:

“Hubo momentos difíciles todo el tiempo. Ciertamente, como comandante de una nave, no la quieres ver partir sin ti, pero ahí acabamos”, dijo Butch Williams, quien también comentó que se perderá parte del último año en preparatoria de su hija.

Sunita Williams confesó que tenía planes como pasar tiempo con su mamá en invierno:

Butch Williams , sin embargo, respondió que ni siquiera se le había ocurrido el término “decepcionado” hasta que se le preguntó en la conferencia, pues todos están conscientes de que a veces se deben hacer ajustes cuando se están probando nuevas tecnologías como la Starliner, cuyo nombre propio, como el de los navíos, es “Calypso”.

También agradecieron tener la opción de no arriesgarse y tener una alternativa para volver a casa. Ambos astronautas estuvieron en la Marina, por lo que, como señaló Sunita, esto lo ven como un desafío más: “Un vuelo de prueba significa que quizás hallemos algunas cosas (...) y sí las hallamos, pero tomamos las decisiones correctas, y así de riesgoso es este negocio”.

Durante los 20 días que transcurrieron entre el regreso de la cápsula Starliner a Tierra el 20 de septiembre, y la llegada de la Dragon 9 a la Estación Espacial el 26, los dos astronautas “extra” debieron depositar su confianza en los asientos improvisados con objetos que se confeccionaron por protocolo.

Cada astronauta en órbita debe tener un lugar para un escape de emergencia, es decir, debe existir un número de asientos suficiente para que cada astronauta pueda escapar de la ISS en una cápsula. Claro que, tras el regreso de la Starliner, hacían falta 2 asientos para nuestros astronautas varados, pues las demás cápsulas acopladas llegaron con todos sus asientos ocupados.

Por ello, antes de que zarpara la Starliner vacía, hubo que improvisar 2 asientos extra en las otras cápsulas con utensilios en la Estación Espacial Internacional, como correas y almohadas de espuma, y así hubo que esperar durante esos 20 días que no fuera necesario utilizarlos. No fue así, y la Crew 9 fue recibida en la ISS con conmoción y alivio.

Otro numerito que se aventó la Starliner antes de que volviera vacía, fue el día 3 de septiembre que comenzó a emitir un sonido repetitivo, similar a un sonar submarino, cuyo origen desconcertó a Barry Williams a bordo de la ISS, por lo que contactó a la Tierra para reportarlo.

Aunque en el momento no se encontró una explicación, después la NASA determinó que había sido una desconfiguración entre la cápsula y la Estación Espacial; la cereza del pastel antes de que la Starliner volviera a casa.