Este es el peligro de utilizar cloro para limpiar orina de perro

Una de las costumbres más comunes en cientos de familias alrededor del mundo es el de la limpieza con cloro para las excreciones de perros, en especial el de la orina mientras aprenden a realizar sus necesidades en el exterior; sin embargo, utilizar este producto puede resultar contraproducente para la salud de las personas y de los propios caninos.

Las razones son los compuestos químicos con los que está constituido el cloro de limpieza comercial, pues cuando entra en contacto con la pipí o excremento de perros, pueden producir gases tóxicos para los seres vivos, por lo que la recomendación es limitar su uso y evitar que entre en contacto directo.

Específicamente, el compuesto químico que produce este fenómeno es el hipoclorito de sodio, conocido popularmente como lavandina, sustancia corrosiva por la que se recomienda diluir con agua, pero que cuando entra en contacto con la orina o popó de perro , puede provocar gases dañinos a la salud.

De acuerdo con sitios especializados, la orina de perro puede contener pequeñas cantidades de amonio, que al entrar en contacto con el hipoclorito de sodio produce cloramina, una sustancia que suele obtenerse al mezclarse con desinfectantes y que pueden provocar irritación en ojos, piel y vías respiratorias.

Por este motivo es de vital importancia no utilizar cloro para limpiar las excreciones de tu mascota . En dado caso, es recomendable limpiar con agua y jabón la zona y, una vez que se hayan eliminado los residuos, suministrar una pequeña cantidad de cloro diluida en agua.

De esta forma evitarás el contacto químico de dos sustancias que podrían producir gases tóxicos poco perceptibles y continuar con tus hábitos de limpieza.

También es importante señalar que, tal como indican en las “instrucciones de uso” del cloro comercial, no es recomendable diluir con ninguna otra sustancia de limpieza, para evitar algún efecto similar.

De igual forma, la Secretaría de Salud emitió una serie de recomendaciones para mantener tu salud y la de tu mascota, entre las que resaltan las siguientes tres:

1. Iniciar el esquema de vacunación a partir de los dos meses con un veterinario.
2. La desparasitación se debe realizar cada seis meses y al mismo tiempo que las otras mascotas que vivan en el mismo espacio.
3. La esterilización del perro es una correcta prevención de enfermedades, en especial si hay padecimientos hereditarios.