“Queremos aprender, no ser engañados”: La realidad de las Universidades del Bienestar en México

Estudiantes de enfermería exigen laboratorios y prácticas tras años de promesas, ¿el futuro de los profesionales está en riesgo con las Universidades Bienestar?

Por: Pilar Espinoza

Con información de: Edgar Galicia

La Universidad del Bienestar Benito Juárez en Tihosuco, Quintana Roo, enfrenta una grave crisis. Estudiantes de Enfermería y Obstetricia, la primera generación de la institución, protestan por la falta de laboratorios, prácticas profesionales y reconocimiento oficial de sus estudios. Tras años de promesas incumplidas, la comunidad estudiantil alza la voz ante la incertidumbre de su futuro profesional, ¿será este el fin de un sueño para estos jóvenes?

Universidad del Bienestar: Alumnos exigen laboratorios y prácticas

El 11 de noviembre, estudiantes de la Licenciatura en Enfermería y Obstetricia de la Universidad del Bienestar en Tihosuco estallaron en paro, expresando su frustración por la falta de gestión para sus prácticas profesionales. Ricardo, uno de los estudiantes, declaró: “Cerramos la escuela y también dijimos que ya no se iba a seguir construyendo. Ocupamos el auditorio para hacer prácticas”.

Durante dos años, los estudiantes han exigido la construcción de laboratorios y la oportunidad de realizar prácticas esenciales para su formación. Ricardo, estudiante de quinto semestre, describe su decepción: “Prácticamente, no estamos haciendo nada… Es como un engaño y nos están dando falsas ilusiones en ese aspecto.”

“Allá sí aprenderíamos”: Estudiantes de la Universidad del Bienestar se arrepienten

La situación contrasta fuertemente con la experiencia de Rubí, esposa de Ricardo, quien estudió la misma carrera en una universidad privada en Yucatán. Allí, las prácticas eran una constante: “Todo el tiempo es práctica. Terminando el semestre, nos mandan un mes en campo práctico, nos mandan un mes al hospital.”

Ante la falta de recursos, los estudiantes han tenido que recurrir a soluciones improvisadas: “Nos costó creo que arriba de seis mil pesos la cama… para practicar más o menos y tener la idea de cómo vamos a estar en un hospital”, explica Ricardo, evidenciando la carencia de equipamiento básico en la universidad.

Futuros especialistas de la salud no sabrán cómo ayudar en hospitales

¡La realidad de las Universidades del Bienestar! La falta de prácticas y laboratorios ha dejado a los estudiantes sin conocimientos fundamentales. No saben cómo colocar una sonda vesical o nasogástrica, desconocen los cálculos para dosis pediátricas e ignoran protocolos de higiene hospitalaria.

Rubí critica: “No puede ser posible que en una escuela no haya el recurso para poder practicar ese tipo de procedimientos.” Tampoco reconocen instrumental médico básico como las pinzas Kelly, Rochester o Friedy.

Universidades del Bienestar: un engaño mediático

La situación ha generado indignación entre los estudiantes y sus familiares. Rubí expresa su molestia: “Me molesta que en la televisión o en las mañaneras digan que las escuelas están superbién, pero no, la realidad es otra”.

¡Problema tras problema! Mientras que en otras universidades de medicina se imparten 60 materias con 45 maestros, en la Universidad del Bienestar, apenas 3 profesores atienden a los 90 alumnos de la generación. Ricardo señala: “Imparten materia de quinto semestre, tienen que impartir la de segundo y la de primero.”

La incertidumbre aumenta al descubrir que la carrera aún no cuenta con el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) ante la SEP. Ricardo cuestiona: “La escuela todavía ante la SEP no está legalizada… Nos están dando falsas ilusiones de que nosotros estamos felices de estudiar, de hacer lo que nos gusta, pero si no tiene validez, ¿cómo vas a buscar trabajo?”

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