Donación de cuerpos, un tema difícil de hablar. El respeto que implica hablar de la muerte es complejo, pues suele arrastrar opiniones culturales, psicológicas y filosóficas, ya sea por miedo a lo desconocido, o por el dolor que provoca la separación y pérdida; sin embargo, al nacer, como coloquialmente se dice en México, lo único que tenemos asegurado en esta vida, es morir.
No obstante, al fallecer, no sólo podemos dejar ‘raíces’ en nuestros descendientes, en las enseñanzas o en las acciones que realizamos durante nuestra vida, ahora existe la posibilidad de seguir apoyando a los que se quedan en este mundo, pues, cuando usted muera, puede dejar huella, ayudando a la ciencia.
Esto es posible donando su cuerpo o el de su familiar cuando fallece, para contribuir a formar profesionales en el ramo de la anatomía en carreras como medicina, odontología y psicología.
En México, en la Universidad Autónoma de Nuevo León , mediante la facultad de medicina y el hospital universitario, tienen el primer programa en el norte del país para la donación altruista de cuerpos, llamado “vidas que dejan huella”.
Con base a lo establecido en la ‘Ley General de Salud’ que autoriza la donación temporal y la permanente, esta iniciativa busca concientizar a la población a sumarse a la donación de sus cuerpos en ‘pro’ a la ciencia.
“Temporal, que el cuerpo permanezca cinco años con nosotros aquí en el laboratorio y después de ese tiempo se incineran las cenizas y se tiene la opción de entregar las cenizas al familiar que él lo desee, o bien la otra opción es que es de forma permanente, que el cuerpo después de cinco años se incinere y se lleve a un espacio que tenemos contemplado, que sea un espacio digno que nosotros podamos tener para que la familia sepa que ahí reposan las cenizas”, explican los impulsores de esta iniciativa.
“El sufrimiento entre nosotros como personas y en algunos casos la actitud que como estudiantes de Medicina vamos desarrollando hacia el sufrimiento y las dificultades que se viven en el dolor de las personas”, agregaron.