El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha anunciado una demanda contra varios funcionarios del estado de Nueva York, incluyendo a la gobernadora Kathy Hochul y la fiscal general Letitia James, por presuntamente proteger a migrantes en situación irregular y no cooperar con el gobierno federal en la aplicación de las nuevas leyes de inmigración.
La fiscal general del país, Pam Bondi, acusó a Nueva York de obstaculizar los esfuerzos del gobierno en controlar el flujo migratorio, al priorizar los intereses de los inmigrantes por encima de los ciudadanos estadounidenses.
Trump advierte a Nueva York: “Eso se acabará hoy”
El presidente Donald Trump no tardó en reaccionar y lanzó una dura advertencia contra las autoridades de Nueva York:
“Nueva York ha decidido dar prioridad a los inmigrantes ilegales por encima de los ciudadanos estadounidenses. Eso se acabará. Eso se acabará hoy. Como saben, demandamos a Illinois y Nueva York no nos escuchó. Así que ahora ustedes son los siguientes”, afirmó Trump.
Esta declaración refuerza la postura del mandatario, quien ha sido uno de los críticos más férreos de las políticas de “ciudades santuario”, que brindan protección a los migrantes y limitan la cooperación con las agencias federales de inmigración.
¿Por qué el gobierno federal demanda a funcionarios de Nueva York?
La demanda contra funcionarios de Nueva York se basa en la presunta negativa de sus funcionarios a colaborar con las políticas migratorias federales. Entre los puntos clave de la denuncia destacan:
- Falta de cooperación con ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) para la detención y deportación de migrantes.
- Bloqueo de información sobre inmigrantes en situación irregular a las autoridades federales.
- Prohibición de que la policía local entregue a detenidos con órdenes de deportación.
El gobierno federal ya había presentado una demanda similar contra Illinois, y ahora amplía su ofensiva legal contra Nueva York, una de las entidades que más migrantes recibe en Estados Unidos.
Nueva York y su papel en la crisis migratoria
Nueva York es una de las principales “ciudades santuario” del país, lo que significa que sus autoridades han establecido políticas para proteger a los migrantes indocumentados, incluyendo acceso a servicios públicos, refugios y asistencia legal.
La gobernadora Kathy Hochul y la fiscal Letitia James han defendido su postura, argumentando que la política migratoria federal no debería afectar los derechos y la seguridad de las comunidades locales.
