Un empresario que era amigo de Hamis Harding, billonario muerto en el submarino Titán de la empresa OceanGate, dio un adelanto para vivir la experiencia, pero pidió un reembolso al notar las condiciones precarias del aparato.
Chris Brown, de 61 años de edad, aseguró que dio un adelanto del 10% del viaje, que costaba un total de 80 mil libras esterlinas, aproximadamente un millón 745 mil pesos mexicanos, para ver los restos del Titanic en el fondo del Océano Atlántico.
Sin embargo, dijo que le preocupaban las condiciones en las que estaban operando los viajes en el Titán, donde usaban viejos tubos de andamio como lastre del submarino, así como un mando de videojuegos para controlar la nave. Al notar estas deficiencias, rechazó viajar y pidió un reembolso.
“Si tú estás tratando de construir tu propio submarino, probablemente podrías utilizar viejos tubos de andamio, pero esta era una nave comercial. Eventualmente, les mandé un correo electrónico y les dije ‘No soy capaz de ir en esta cosa’. Pedí un reembolso después de estar menos que convencido”, aseguró Brown a medios internacionales.
El empresario señaló que la empresa OceanGate “tomó muchos atajos” en la construcción del Titán, el sumergible con capacidad de cinco personas, casco de titanio y una ventanilla de acrílico de 380 milímetros.
Cofundador de OceanGate minimiza críticas de James Cameron
El cofundador de la empresa OceanGate, Guillermo Söhnlein, decidió responder a las críticas del cineasta canadiense James Cameron, sobre la implosión del submarino Titán ocurrida la semana pasada.
Cabe recordar que el responsable de afamadas películas como “Terminator”, “Avatar” y “Titanic” ha realizado 33 inmersiones en la zona del naufragio del trasatlántico y también cuestionó las misiones turísticas realizadas por el sumergible de la empresa.
“Había mucha preocupación por este equipo y este submarino. Inclusive muchos (expertos) de ellos se juntaron y le escribieron una carta a OceanGate y le exigieron ‘tienes que certificarte”. No puedes bajar a la gente, es irresponsable y puede llevar a una catástrofe. Literalmente la palabra ‘catástrofe’ está en la carta”, señaló Cameron.
Ante ello, Söhlein, quien cofundó la empresa y la dejó hace una década, pero aún permanece con una participación minoritaria, señaló que el cineasta debe estar mal informado.
“La gente sigue equiparando la certificación con seguridad y están ignorando los 14 años de desarrollo del submarino Titán. Cualquier experto que trabaja en esto, incluyendo el señor Cameron, admitirá también que no estaban aquí en el diseño, la ingeniería y la construcción del submarino y ciertamente tampoco para el riguroso programa de pruebas que debió enfrentar el sumergible”, aseguró el cofundador de OceanGate a la BBC.