Pensar que un tiroteo escolar es ajeno a nosotros o exclusivo de ciertas zonas en México no es del todo correcto, es por eso que siempre hay que estar preparados e instruir a los alumnos para saber qué hacer en caso de balacera en las escuelas, como lo explica la Secretaría de Educación Pública (SEP) en un manual.
Prever un tiroteo en una escuela es imposible, pero sí hay pasos a seguir para poner bajo resguardo a los alumnos y docentes, para evitar que entren en pánico, que salgan lastimados o en el peor de los casos, la muerte. Un incidente de violencia armada puede generar un elevado número de víctimas.
¿Qué hacer antes de un tiroteo escolar?
De acuerdo con el Manual de Seguridad Escolar de la Secretaría de Educación Pública (SEP) es prácticamente imposible anticipar cuándo se presentará un enfrentamiento con armas de fuego cerca del plantel educativo en México, pero si éste se encuentra en una zona de riesgo se insta a estar preparados de la siguiente manera.
Se plantea que dispongan de alarmas silenciosas y de timbres distintivos, así como organizar una red de comunicación con las familias y con las personas cercanas a la escuela, con el apoyo del Comité de Protección Civil y Seguridad Escolar, que pueden ser vecinos, tenderos, los de la papelería y otros comerciantes de la zona.
Identificar y señalar las áreas seguras dentro y fuera de la escuela como aquellas que tengan muros y techos sólidos, resistentes a los disparos de arma de fuego y puertas firmes.
¿Qué hacer en caso de un tiroteo escolar?
Si la escuela se encuentra en medio de un fuego cruzado entre grupos criminales o entre éstos y las fuerzas de seguridad, y se considera que el plantel no está siendo atacado directamente, se debe comunicar a los padres de familia y hacer de su conocimiento que el personal está preparado para proteger a sus hijos.
En casos de enfrentamiento con armas de fuego, en las inmediaciones de la escuela se pide a los docentes involucrar a los alumnos en acciones de autoprotección y protección solidaria, así como integrar en cada salón una brigada de protección civil y emergencia escolar.
Estos alumnos, de acuerdo con sus capacidades, ayudarán a coordinar la reacción y a proteger a sus compañeros más vulnerables, además de conducir o apoyar a pequeños grupos durante la crisis.
Se recomienda que los docentes, en coordinación con las brigadas de seguridad, diseñen o seleccionen actividades recreativas que eviten la tensión del alumnado, con el fin de aplicarlas en caso de que se presente la emergencia.
¿Qué hacer si un alumno porta un arma?
Si es un alumno quien porta el arma, pero no amenaza, el manual de la SEP señala que de entrada no lo traten como delincuente y eviten exponerlo ante sus compañeros o ante las familias. Se debe buscar hablar con él o ella para entender sus razones y así saber cómo brindarle la ayuda que necesita. Posteriormente, se debe hablar con sus padres o tutores.
Si un alumno amenaza con un arma se debe tomar en serio la alerta. Si ha llegado a este punto es muy probable que lo muevan poderosas circunstancias y emociones, advierte el manual. Si la amenaza es por un problema de bullying escolar , es necesario comprometerse seriamente con el alumno a resolverlo.
Sin ponerse en riesgo, indagar sus razones: ¿quiere hacer daño a alguien en especial o a toda la escuela?, ¿quiere hacerse daño a sí mismo?, ¿por qué?, y así evaluar el riesgo. Este aumenta si el alumno ha tenido un comportamiento violento, si ha tratado de suicidarse o ha hecho amenazas, si es testigo de violencia en su hogar o en su entorno y otras condiciones.