En Turquía se vive una auténtica tragedia. Al menos 8 mil personas perdieron la vida y cerca de 25 mil resultaron heridas por el terremoto que sacudió la región de Gaziantep, al sureste de Turquía.
Y no solo eso pues en varios de los 5 mil 600 edificios que colapsaron como consecuencia del sismo de magnitud 7.8 aún se emiten mensajes de voz y texto de personas atrapadas entre los escombros.
Todo esto sin tomar en cuenta las bajas temperaturas que en esta región de Turquía rondan los 0° centígrados en estas fechas, lo que ha hecho de las labores de rescate una tarea casi imposible.
Ayuda humanitaria para Turquía, ¿cómo hacerlo?
Por eso el Gobierno de México, de la mano de la Coordinación Nacional de Protección Civil, estableció un Centro de Acopio en el Zócalo de la Ciudad de México para ayudar a los damnificados por el terremoto en Turquía.
¿Cómo podemos ayudar a la banda de Turquía? Con cobertores, casas de campaña, sleeping bags, gorros y guantes para el frío, así como despensas y productos de primera necesidad, tal y como se enlistan en la siguiente imagen.
¿Estamos listos en México para una tragedia como la de Turquía?
Nuestro país no es ajeno a tragedias como la que se vive hoy en Turquía. De acuerdo con las Estadísticas de los sismos reportados por el Servicio Sismológico Nacional , un registró que se elabora en conjunto con el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, en nuestro país tiembla más de mil veces al año.
Y no solo tiembla, pues todos los años nuestro país es objeto de afectaciones por tormentas tropicales y huracanes que nos ponen una duda en la cabeza: ¿Estamos listos para enfrentar una tragedia como la de Turquía? La respuesta es nariz de perico y aquí van algunas razones.
El extinto pero no extinto FONDEN
En 2019 el Gobierno de México eliminó el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), diseñado para atender tragedias como la que se vive hoy en Turquía, con el pretexto de suprimir de una vez por todas la corrupción e impunidad en los fondos y fideicomisos.
Sin embargo, estos recursos (17 mil millones, para ser exactos) fueron depositados en el Ramo 23 del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) , como gasto programable para que los Estados tengan margen de maniobra en crisis como la de Turquía.
La bronca es que estos recursos están acotados a lo establecido en el PEF y pueden reasignarse a las secretarías para que ellas atiendan directamente los desastres naturales. Ni más ni menos.
Se lee bastante bien, pero… ¿Qué pasa si la tragedia es de proporciones como la de Turquía? ¿Qué pasa si el dinero se acaba antes de atender una crisis? O nos endeudamos o nos la aventamos a la… ¡Viva México! Y ahí está el detalle: por haber eliminado a “rajatabla” los fondos y fideicomisos, nos salió más caro el caldo que las albóndigas.
Chale chale chalequito.