Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China parecen agravarse con los nuevos aranceles anunciados por el gobierno de Donald Trump, supuestamente en respuesta a la falta de acción para frenar el tráfico de fentanilo. En un reciente informe publicado por la embajada de China en México, el gobierno asiático defendió su cooperación internacional en la lucha contra esta crisis y rechazó las acusaciones de Washington.
Este conflicto ocurre en un momento clave para México, ya que, el mismo día de la publicación del informe, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció un acuerdo con Donald Trump para pausar la entrada en vigor del 25% de aranceles a productos mexicanos hasta el 2 de abril.
China y México: Cooperación en la lucha contra el fentanilo
Según el documento, China ha trabajado activamente con México, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y la Unión Europea en el control de precursores químicos utilizados en la fabricación de fentanilo.
Cabe señalar que uno de los hitos más importantes de esta cooperación fue la reunión del 6 de septiembre de 2024, donde China y México reforzaron estrategias de control y establecieron mecanismos de aplicación de la ley para frenar el flujo de sustancias ilegales.
China también enfatizó que ha mantenido más de 100 intercambios de información con Estados Unidos en el último año y que colabora con agencias estadounidenses como la Administración de Control de Drogas (DEA) y el Departamento de Seguridad Nacional.
China rechaza los aranceles de EU: “No están justificados”
En su comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China acusó a Estados Unidos de difamar a Beijing y de usar la crisis del fentanilo como una excusa para justificar medidas proteccionistas en el comercio. Según el comunicado, la postura de China es clara:
Estamos listos para una cooperación práctica con Estados Unidos basada en la igualdad y el respeto mutuo. Dicho esto, nos oponemos firmemente a que EE. UU. presione, amenace y chantajee a China bajo el pretexto del tema del fentanilo.
Este señalamiento refuerza la postura de Beijing de que la guerra comercial no beneficiará a ninguna de las partes y que las barreras arancelarias solo perjudicarán a las economías globales.