El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno comúnmente diagnosticado en la infancia, aunque también puede persistir en la edad adulta. Se caracteriza por dificultades para prestar atención, hiperactividad y comportamientos impulsivos
Tipos de TDAH
1. TDAH predominantemente falta de atención: Las personas con este tipo de TDAH tienen dificultades para mantener la atención y concentrarse en tareas específicas. Suelen ser distraídas, olvidadizas y tienen dificultades para seguir instrucciones.
2. TDAH predominantemente hiperactivo-impulsivo: En este tipo de TDAH , la hiperactividad y la impulsividad son más prominentes que los problemas de atención. Las personas con este tipo suelen ser inquietas, impacientes, hablar en exceso y tener dificultades para esperar su turno. Este tipo de TDAH es más común en niños y puede afectar negativamente su rendimiento escolar y sus relaciones sociales.
3. TDAH combinado: Este tipo de TDAH es el más común y presenta síntomas tanto de inatención como de hiperactividad-impulsividad. Las personas con este tipo de TDAH pueden tener dificultades para prestar atención, ser inquietas y mostrar comportamientos impulsivos. Este tipo de TDAH puede tener un impacto significativo en diversos aspectos de la vida de una persona, incluyendo el rendimiento académico, las relaciones interpersonales y la autoestima.
¿Qué es el TDAH?
El TDAH es un trastorno neurológico complejo que afecta a niños y adultos a nivel mundial. Aunque las causas exactas aún no se conocen por completo, se cree que hay una interacción entre factores genéticos, ambientales y neurobiológicos.
Las personas con TDAH a menudo enfrentan desafíos en múltiples áreas de su vida. En el ámbito académico, pueden tener dificultades para prestar atención en clase, organizar tareas y completar trabajos a tiempo. Esto puede llevar a un bajo rendimiento académico y a sentimientos de frustración y baja autoestima.
En el ámbito laboral, las personas con TDAH pueden tener dificultades para mantener la concentración, cumplir plazos y seguir instrucciones. Esto puede afectar su desempeño y oportunidades de progreso profesional.
A nivel social, las personas con TDAH pueden experimentar dificultades para establecer y mantener relaciones interpersonales. La impulsividad y la inquietud pueden dificultar el seguimiento de las normas sociales y el control de los impulsos, lo que puede llevar a conflictos y dificultades en la vida social.
Es importante destacar que el TDAH es un trastorno altamente tratable. El tratamiento generalmente incluye una combinación de terapia conductual, apoyo educativo y, en algunos casos, medicación. Estudios científicos han demostrado que la terapia conductual , como la terapia cognitivo-conductual, puede ayudar a las personas con este trastorno a desarrollar habilidades de organización, manejo del tiempo y autorregulación.