El sitio especializado en gastronomía, Taste Atlas, colocó a la michelada como uno de los 50 mejores cócteles en el mundo, ¿y cómo no? Esta deliciosa bebida es reconocida por su increíble mezcla de jugo de limón, sal y una variedad de salsas.
¿Se te antojó? En México no hay bebida más popular que la michelada, pues a pesar de que existen una gran variedad de sabores y combinaciones, la base de la cerveza rubia, bien fría, con la exquisita combinación de limón, sal y salsas, la convierte por excelencia en la favorita del público para cualquier temporada.
¿Qué lugar ocupa la michelada dentro del Taste Atlas?
De acuerdo con el Taste Atlas, la michelada se encuentra en la posición número 45 de los mejores cócteles del mundo. Destacando con 4 de 5 estrellas, según el Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana.
Aunque en México este manjar no sea conocido como cóctel, ocupa un lugar en el Atlas mundial al ser la increíble mezcla de una bebida alcohólica con varios ingredientes.
El pequeño Larousse de la Gastronomía, define a esta bebida como “un cóctel mexicano a base de cerveza con un toque picante”. Por su intenso sabor, se utiliza a menudo como cura para la resaca. Los bares mexicanos tradicionalmente sirven Michelada con hielo, y el cóctel a menudo se adorna con una rodaja de naranja o lima”.

¿A quién se le ocurrió? Este es el origen de la michelada
¡Una bebida 100% mexicana! La historia de la michelada se remonta a la década de 1940. En torno a esta bebida existen diferentes relatos, uno de los más aceptados es que fue creada por un barman mexicano llamado Michel Ésper en un restaurante localizado en la ciudad de San Luis Potosí.
Un buen día, Michel Ésper tuvo bien a mezclar cerveza con limón, sal y salsa inglesa para generar una bebida única y refrescante, que se convirtió en un éxito instantáneo entre los clientes del restaurante. Como era de esperarse, la bebida rapidamente cobró fama en San Luis Potosí, posteriormente en México y ahora en el mundo entero.
Incluso el nombre de este cóctel se derivaría del nombre del propio Michel Ésper y la palabra “helada”, ya que esta bebida es también conocida por tomarse “bien fría” y además como remedio ideal para el calor o la cruda.