Los sobrevivientes de la masacre en el “DBar” de Tabasco rompen el silencio y comparten sus testimonios. Descubre los detalles de este trágico suceso que conmocionó a México.
Sobrevivientes del DBar: Relatos desgarradores de la masacre en Tabasco
“Recuerdo mucho que cuando estaba en el baño le pedía a todos que guardaran silencio, me puse a rezar por todos, porque sentí que me iba a empezar a dar un ataque de ansiedad, pues horrible, no, le escribí a mi mamá, mamá tengo miedo… siento que voy a morir”, reveló Emilio Gallegos, sobreviviente de la masacre en Tabasco.
Preso de la angustia Emilio sintió que su vida se consumía en el baño del “Dbar”, donde estaba cuando empezaron los disparos. De hecho, él salió hasta que un empleado les abrió: “Yo soy el que sale en un video con chaleco rojo, y atrás de mi mejor amigo, gracias a Dios estaba delante, pero nos tocó presenciar todas las víctimas dentro del antro”.
Diego estaba fuera al momento del ataque y su reacción inmediata fue buscar la puerta: “La entrada estaba bloqueada, entonces todos nos chocamos en la entrada, nadie puede salir, cuando yo salgo me tocó toparme a dos policías que estaban fuera ya para esto se había ido las personas que habían hecho los disparos, le dije a los policías entren, me respondieron con un: nomás somos dos”, revela Diego de la O, otro sobreviviente de la masacre.
Sobrevivieron a un ataque, pero perdieron a un amigo: Sobrevivientes a la masacre en !Dbar! de Tabasco
Esa noche, Diego fue el “Dbar” con Bryan Trejo, su mejor amigo y otro amigo en común; entre la obscuridad y la confusión, ya no lo vieron hasta que se enteraron de que él estaba entre las víctimas.
Diego de la O, le cuenta a cámaras y micrófonos de TV Azteca que: “Como todo estaba muy oscuro no vi si el cayó ni nada y como teníamos la manía de que estamos juntos y de la nada, me tocó un amigo, voy a saludar o voy al baño, osea, no sabemos ni para dónde fue”.
Diego y Emilio coincidieron en el sepelio de Trejo, al que asistieron decenas de jóvenes que solían también ir al “Dbar"; todos desconsolados y a la vez indignados por la ruindad con que se arrebató la vida de inocentes.
Pero también agradecidos:“Como una nueva persona. Creo que un miedo tan grande como es el miedo a morir te hace renacer”, cuenta Emilio Gallegos.