¿Alguna vez te has preguntado qué pasa cuando tiembla y vas en un avión? De acuerdo con los expertos, las aeronaves están diseñadas para proteger a los pasajeros de desastres naturales como terremotos, sismos o algún otro siniestro, por lo que los vuelos pueden continuar siempre y cuando se tomen las precauciones de seguridad adecuadas.
¿Los sismos afectan a los aviones cuando están volando?
Pese a que es extremadamente extraño percibir un temblor cuando vamos en un avión, esto no significa que los sismos no ocurran, al contrario, la superficie de la aeronave puede ser ligeramente sacudida por las ondas sísmicas; sin embargo, este movimiento suele ser tan pequeño que la mayoría de los pasajeros no pueden notarlo e incluso puede ser confundido con la turbulencia que, de vez en cuando, se tiene durante los vuelos.
Los expertos resaltan que si te encuentra dentro de un avión durante un temblor puede ser una de tus mejores opciones porque eso significaría que estás completamente a salvo.
¿Qué pasa si un avión aterriza cuando hay un temblor?
El verdadero problema para la tripulación de percibir un sismo dentro de un avión vendría al aterrizar porque, en caso de que la aeronave se encuentre en el suelo o sobre la pista, las sacudidas producidas por las ondas sísmicas podría percibirse mucho más fuerte.
En este caso, puede molestar brevemente a los pasajeros a bordo, pero la mayoría de las veces estas vibraciones son causadas por los movimientos del avión y no por el terremoto en sí. En ambos casos el riesgo continuaría siendo mínimo porque todas las aeronaves están diseñadas para proteger a sus tripulantes de desastres naturales
¿Qué causa las turbulencias en un avión?
Es importante no confundir las turbulencias con los sismos, debido a que las primeras son movimientos inestables del aire provocado por cambios en la velocidad y dirección del viento, como las corrientes en chorro, las tormentas y los frentes meteorológicos fríos o cálidos.
Las turbulencias pueden generarse por diversas razones, como el movimiento del aire creado por la presión atmosférica, el aire alrededor de las montañas, los frentes meteorológicos fríos o cálidos, o incluso las tormentas.