Siria, entre la felicidad y la incertidumbre tras el derrocamiento de Bashar al-Ásad
A una semana de la caída de Bashar al-Ásad, Siria celebra la libertad tras años de un régimen, pero también se enfrentan a la incertidumbre política.
"¡Siria es libre! ¡Siria es libre!” Eso es lo que grita la pequeña sobre los hombros de su padre. Tres palabras que se forman en apenas un suspiro, pero que tardaron 53 años en poderse pronunciar libremente tras el derrocamiento de Bashar Al-Asad,
Así luce la plaza de los Omeyas en la ciudad de Damasco. Este es el primer fin de semana en poco más de medio siglo, sin el yugo dictatorial de la familia al Assad sobre territorio sirio . El futuro del país aún es incierto, pero el presente no deja espacio para otro sentimiento que no sea de júbilo.
“Estamos muy agradecidos de que finalmente podamos hablar libremente. podemos criticar, podemos ayudar. podemos sentir que este país es nuestro país”, explicó una habitante.
Con el velo islámico o sin él, libres como nunca, decenas de mujeres también participaron en la primera manifestación de este tipo en toda su vida.
“Es como un sueño. Es como un sueño. Al final, sentí que iba a perder la esperanza de que se fuera. Ahora hemos recuperado la esperanza. Honestamente, es como un sueño hecho realidad”, describió otra ciudadana siria.
Sirios buscan democracia
Justicia, democracia, libertad, luego de más de 50 años amordazados y obligados a sobrevivir atrapados en camisa de fuerza, eso es lo que los sirios exigen de forma inmediata, pero sobre todo permanente.
“Ahora es una sensación maravillosa. Estamos en la plaza de los Omeyas, en el centro de Damasco, cantando libertad, cantando que seguimos queriendo las mismas reivindicaciones de democracia, de participación, de justicia”, dice otra persona siria.
Los meses siguientes serán cruciales para el nuevo gobierno interino formado al vapor y es que ahí estará la presión iraní para que siria no deje de ser uno de sus aliados en la región, también estará la intromisión turca, la kurda y hasta la israelí... interesada en apoyar a los rebeldes que derrocaron a al assad, con tal de debilitar al radical eje chiíta, por supuesto también existe la posibilidad de una Siria libre.
“Bienvenido sea cualquier presidente de Siria, ya sea cristiano, musulmán o alauita. No tenemos ningún problema con eso. Lo importante es que lo elija el pueblo”, dijo Khaled Kamal, imam Sunni.
Y aunque de todas las opciones, esa es quizá la menos viable, todos los que tomaron las calles para brincar y cantar esperan que lo que la historia vio durante más de 50 años con Bashar al-Ásad no vuelva a repetirse.