Yanis, un joven de 36 años, vive con el síndrome de Klippel-Feil , una condición que afecta a 1 de cada 50 mil nacimientos. A pesar de sus limitaciones físicas, ha encontrado en el arte una forma de expresión y una fuente de ingresos que le permite costear sus tratamientos médicos. Con más de un millón de seguidores en redes sociales, Yanis comparte su viaje hacia la aceptación y la esperanza. Descubre cómo su historia inspira a otros a enfrentar sus propias adversidades.
La lucha diaria de Yanis y el síndrome de Klippel-Feil
Diagnosticado con el síndrome de Klippel-Feil , enfrenta desafíos significativos debido a la fusión de sus vértebras cervicales. Esta condición congénita ha resultado en una severa escoliosis, limitando su crecimiento y afectando su capacidad para respirar adecuadamente: “Hay que valorar el respirar, porque tú respiras gratis y a muchos nos cuesta dolor, dinero y sacrificio,” comparte Yanis, reflejando su lucha diaria por la vida.
¡Una historia de resiliencia! Desde muy joven, Yanis pasó gran parte de su infancia en hospitales. En 2006, comenzó a usar oxígeno, lo que lo llevó a una profunda depresión: “Estuve un año en depresión, literal, no valorando mi vida,” confiesa. En México, aproximadamente el 2% de la población padece algún grado de escoliosis, lo que resalta la importancia de visibilizar estas condiciones.
El poder del arte y las redes sociales: La resiliencia de Yanis
Un cambio fundamental ocurrió cuando Yanis decidió compartir su pasión por el arte en línea. Su carisma y talento lo llevaron a superar el millón de seguidores en redes sociales: “Comencé subiendo vídeos de mis dibujos en Internet,” recuerda. Esto no solo le permitió monetizar su trabajo, sino también recibir donativos para sus tratamientos médicos.
Recientemente, enfrentó críticas y ataques en línea por parte de detractores que cuestionaron la veracidad de su enfermedad; sin embargo, Yanis se mantiene firme: “Yo bailo, yo canto, yo me motivo… este cuerpo imperfecto es hermoso y así lo quiero.” Su mensaje es claro: la aceptación y el amor propio son relevantes para superar las adversidades.