Comienzan con los huesos de los pies y al último el cráneo, es una tradición desde la época de los mayas, los pobladores y sepultureros de la comunidad de Pomuch, en el municipio de Hecelchakán, Campeche, limpian los restos de sus familiares y amigos cada año, en el día de los muertos.
Limpian huesos de difuntos en cementerio de Campeche
Rumbo a la región del camino real a 62 kilómetros de la capital campechana, se ubica una comunidad de orígenes y costumbres mayas donde no tienen miedo el acariciar a la muerte.
“No tengan miedo compañeros porque todos tenemos que morir algún día, también estaremos allá donde estarán los fieles difuntos, nuestro amigos, familiares”, sentencia Venancio Tuz Chi, sepulturero de Pomuch, en Campeche.
En este poblado de Pomuch, exactamente en el cementerio, en esta temporada los vivos y los muertos se vuelven a encontrar.
Cementerio de Pomuch
En los estrechos caminos de este cementerio se puede observar una herencia única y antigua que dejaron los antepasados mayas. “Quienes creían que los muertos tenían más allá de una vida”.
“Pues a mí significa estar porque me dejaron los antiguos mayas, nuestros bisabuelos, ellos estuvieron haciendo la misma tradición, pues mis compañeros que comencé con ellos todos ya fallecieron”, recuerda Venancio Tuz Chi, sepulturero de Pomuch.
Vida después de la muerte
Un ambiente relajado y un impacto a primera vista al observar que este culto demuestra que existe una vida después de la muerte.
El limpiar los restos de los difuntos se hace en orden iniciando con los pies, piernas, costillas, brazos y de último el cráneo. Este ritual se ha convertido en algo importante para los pobladores de Pomuch y alrededores.
Y es que cada año familiares de los fieles difuntos acuden a este cementerio para limpiar a sus seres queridos y recibirlos en esta fecha de día de muertos. Una tradición que ya pocos se atreven a realizar, y que se niega a morir.