Sismológicos e ingenieros de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) llegaron a la conclusión de que septiembre no es el mes en el que se registran más sismos, pese a la percepción que tienen los habitantes de la Ciudad de México y a las grandes coincidencias, como el sismo magnitud 7.1 de hace una semana.
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Los expertos de la UNAM indicaron que la percepción de que semptiembre es el mes en el que más tiembla desaparece si se miden los sismos a una escala mucho mayor que la humana, como muestran los registros del Servicio Sismológico Nacional.
“Vistos a una escala más amplia, se verá que el mes con mayor frecuencia es diciembre, y se recordará que los sismos fuertes recientes ocurrieron en febrero y junio”, explicaron durante una conferencia virtual, en la que destacaron que el pico de sismos importantes no destaca en septiembre.
Ya van 772 réplicas por el sismo del 7 de septiembre
Sobre el sismo del 7 de septiembre, con epicentro cerca de Acapulco, Guerrero, el director del Instituto de Geofísica, José Luis Macías Vázquez, precisó que hasta hoy a las 08:00 horas han ocurrido 772 réplicas.
Durante el sismo del 7 de septiembre un millón 113 mil personas lo sintieron de manera muy fuerte; alrededor de 22 millones 450 ciudadanos lo sintieron de manera moderada y 16 mil 516 de forma leve.
De la infraestructura que se encontró expuesta, se ubicaron 210 hospitales que experimentaron el sismo de manera fuerte, tres mil 90 de manera moderada y dos mil 570 de manera leve.
Detalló que en Guerrero 20 localidades sintieron el movimiento de manera fuerte, 14 de forma moderada y las demás de manera leve. La aceleración más grande que se captó fue en una estación de Acapulco.
En su oportunidad, el secretario académico del IGf de la UNAM, Luis Quintanar Robles, reiteró que la costa de Guerrero es una de las zonas de México donde ocurren más sismos junto con la zona costera de Oaxaca.
Esta zona es la que contiene la famosa brecha sísmica, una zona donde no ha ocurrido un sismo grande desde 1911, entre Acapulco y Zihuatanejo, y el cual podría causar daños catastróficos a la Ciudad de México dada su cercanía. “Todos estos sismos se deben a la subducción de la placa oceánica, o de Cocos, por debajo de la placa continental, o de Norteamérica”, refirió.
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