La cruda realidad de San Simón Zahuatlán: Un municipio oaxaqueño donde la pobreza extrema mata
Sin agua, salud ni esperanza: así es como tienen que sobrevivir los habitantes de San Simón Zahuatlán, en la Sierra Mixteca de Oaxaca, ante la falta de apoyos.
Enclavado en la Sierra Mixteca de Oaxaca, San Simón Zahuatlán se posiciona como una de las ciudades sumidas dentro de la pobreza extrema en México . A ocho horas de la capital del estado, este municipio se debate entre la desatención gubernamental, la falta de servicios básicos y la lucha diaria por la supervivencia de sus habitantes.
En el 2020, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval) ubicó a San Simón Zahuatlán como uno de los 10 municipios más pobres del país. La cruda realidad se refleja en cada rincón del pueblo, donde el 99.6% de la población vive en condiciones de pobreza extrema.
San Simón Zahuatlán: Un pueblo sin agua, sin salud y sin esperanza
La falta de agua potable es una de las principales carencias que aquejan a San Simón Zahuatlán. Uno de los casos, lo cuenta Doña Gaudencia, quien con 75 años, dedica horas a acarrear agua desde el río, cargando sobre su espalda un bote de más de 35 kilos. Esta tarea, que realiza sola para abastecer a su familia de nueve personas.
En materia de salud, la situación no es menos preocupante. La única clínica del pueblo opera de lunes a viernes, con solo una doctora y una enfermera para atender a una población de más de 7 mil personas. La escasez de medicamentos, personal calificado y equipo médico ha cobrado la vida de varios habitantes, como un niño que falleció por falta de atención oportuna.
El olvido gubernamental de la Sierra Mixteca oaxaqueña
La pobreza extrema se manifiesta en todos los aspectos de la vida en San Simón Zahuatlán. El 80% de la población se dedica a la elaboración de balones de fútbol, una actividad que apenas les permite obtener un ingreso de mil pesos mensuales. La falta de oportunidades educativas y laborales condena a las nuevas generaciones a repetir el ciclo de pobreza.
El gobierno federal, a través del IMSS Bienestar, prometió ofrecer servicios de salud de calidad y gratuitos; sin embargo, la realidad es totalmente diferente a estas promesas. La clínica del pueblo se encuentra desabastecida y con personal insuficiente, dejando a los habitantes sin acceso a atención médica digna.